Por qué enfermas al viajar constantemente por trabajo y cómo solucionarlo

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Recientemente leí que los millennials viajan cada vez más por negocios.

¿Se han vuelto locos? Por un lado los entiendo: viajar te da la oportunidad de hacer algo diferente, como tener experiencias nuevas. Sin embargo, en mi caso particular, he pasado bastante tiempo en viajes de negocios que se hacían interminables, así que entiendo el descontento de quienes viajan solo por negocios y no por placer. Escrito por Laura Martinez Molera | @ | hubspot.es





¿Por qué nuestra rutina se descontrola cuando viajamos y nos volvemos más propensos a enfermedades? Aún más importante, ¿Cómo evitarlo?

Si bien los viajes de negocios son necesarios en moderación, todo tiene su precio. Algunos estudios han demostrado que viajar por negocios frecuentemente nos hace envejecer más rápido, sin mencionar que además nos volvemos más propensos a tener enfermedades cardiovasculares. Por si eso no fuera suficiente, viajar constantemente también nos expone a lo que Harvard Business Review define como “niveles patológicos de gérmenes y radiación”.

Pero estos viajes no tienen por qué ser tan malos: siempre hay una forma de poder cuidar tu salud mientras viajas. Si conviertes estos consejos en hábitos, no solo conseguirás disminuir la probabilidad de caer enfermo, sino que los viajes de negocios podrían convertirse en un ejercicio para priorizar con eficacia, dormir mejor y aprender a dedicar tiempo para ti.

(Nota: Estos consejos no sustituyen las recomendaciones médicas, ya que su propósito es meramente educativo. Consulta a un profesional de la salud antes de tomar decisiones médicas o sobre cualquier aspecto relacionado con tu salud con base en la información contenida en estos consejos).

Por qué enfermas de viajar constantemente por negocios y qué puedes hacer para solucionarlo.

No comes sano, y eso es más delicado de lo que parece.

Si bien tu cerebro podría necesitar más calorías durante estos días de intensos viajes (y es posible que quieras darte un capricho con la comida basura del aeropuerto), evita hacerlo, ya que debes alimentarte con el tipo de comida adecuada. Esto quiere decir que debes consumir aperitivos saludables, y no los alimentos salados o dulces que solemos encontrar en puestos de la calle.

La vicepresidente de marketing de HubSpot, Meghan Keaney Anderson, recomienda recurrir a opciones más saludables para llevar con nosotros. “No ocupan mucho espacio y te ayudarán a hacer frente a esos viajes largos”, aclara.

Cuando tenía que viajar casi todas las semanas por trabajo, si no planeaba comer con mis colegas o clientes, solía llevarme comida casera congelada. Solía congelar y guardar en mi equipaje tuppers con tiras de pollo a la plancha, habichuelas verdes y batata.

Hacer comidas de antemano es especialmente útil si vas a estar viajando durante varios días. Tan solo debes acordarte de llamar a tu hotel con antelación para preguntar si tu habitación cuenta con refrigerador y microondas. Si no tiene, puedes pedir que te los lleven; usualmente los hoteles satisfacen las peticiones de los clientes.

No sabes qué tienes cerca.

Si reconocemos que comer sano es importante, es útil saber qué puedes encontrar cerca del lugar donde te quedarás. Es posible que el alojamiento no lo decidas tú, ya que, con frecuencia, tu cliente o tu jefe son los que eligen el alojamiento, en especial cuando debes quedarte en sitios que tienen una tarifa específica para viajes de negocios.

Sin embargo, con la ayuda de sitios web como Yelp y Google Maps es fácil crear una hoja de cálculo o una lista en tu teléfono con opciones disponibles cerca de tu hotel.

En caso de que puedas decidir tu propio alojamiento, Anderson recomienda “[…] reservar hoteles que estén en zonas céntricas. Podría ser tentador reservar el hotel más cercano al aeropuerto, pero quedarse en el centro de la ciudad hará que dependas menos de los taxis y podrás conocer mejor la ciudad”.

No haces ejercicio.

Los beneficios de hacer ejercicio no son ningún secreto. Además de ayudarte a mantenerte sano durante tus viajes, especialmente si la comida que no comerías en casa te parece irresistible, el ejercicio incluso puede atenuar los efectos de la descompensación horaria, más conocida como jet lag.

Dependiendo de la hora a la que empiece tu día y las obligaciones que tengas por la noche, deberías levantarte a las 4:00 para hacer ejercicio, aunque sabemos que puede ser difícil si saliste durante la noche anterior para tratar de impresionar a tu jefe y conversar con los clientes.

No obstante, hay muchas formas de solucionar este problema. Trata de realizar una sesión de ejercicio después de la cena, en especial si te cuesta trabajo levantarte tan temprano al día siguiente. Si no eres un adicto al gimnasio, puedes añadir aproximadamente un kilo adicional a tu equipaje y encontrar algunos videos breves en Internet para hacer ejercicio sin salir de tu habitación.

Estas sesiones pueden ser rápidas. Mi compañera Lindsay Kolowich creó algunos consejos para rutinas aceleradas de ejercicio que se pueden añadir a tu sesión si los realizas durante el día, incluso cuando estás en un escritorio (no te preocupes, la gente no pensará que has perdido la cabeza).

Por último, trata de no beber demasiado alcohol durante la cena. Además de echar por la borda tus esfuerzos por comer sano, se sabe que el alcohol deteriora tus ciclos de sueño, en especial la etapa de los movimientos oculares rápidos (REM), que es fundamental para aspectos importantes de tu salud, como el aprendizaje y el balance de tu estado de ánimo.

Y si tus compañeros o clientes te están presionando para que bebas alcohol, tal vez haya llegado el momento de considerar un cambio de profesión.

No duermes lo suficiente.

Este paso puede ser duro, como explicamos en algunos de los consejos anteriores.

Algunas personas no duermen bien en los hoteles, lo cual es completamente normal. En realidad, esto es el resultado de lo que los investigadores llaman “el efecto de la primera noche”, que deriva de una tendencia que tienen los mamíferos, como los delfines o las ballenas, de dormir con la mitad de su cerebro despierto y alerta.

Los investigadores creen que los seres humanos también hacemos esto. Cuando estamos en un entorno nuevo, estamos más alerta, de modo que podemos responder a estímulos inusuales o “señales de peligro”.

Cuando me di cuenta de que esto empezaba a suceder, me ayudó hacer algo totalmente ajeno al trabajo antes de ir a la cama. Sé que puede ser difícil dejar los negocios a un lado, ya que, después de todo, por eso hacemos estos viajes. Sin embargo, puedes empezar por ignorar tus dispositivos móviles, ya que no es ningún secreto que perturban tu ritmo cardíaco y te mantienen despierto.

Lo que deberías hacer es aprovechar el servicio gratuito del canal HBO que ofrece el hotel o leer algo que te mantenga distraído. En mi caso, lo que me funcionaba era leer revistas del hogar y sobre jardinería. Como mínimo, me distraían de cualquier tensión que pudieran generar mis compromisos del día siguiente, como una reunión o presentación importante. Debido a que con frecuencia el estrés causa insomnio, eso me ayudó a reducir “los efectos de la primera noche”.

Debes relajarte.

Ya hemos visto la importancia de controlar el estrés para poder tener una mejor calidad de sueño. ¿Pero recuerdas todos los consejos sobre una alimentación saludable? El estrés también puede dificultar esos esfuerzos.

Frases como “apetito causado por el estrés” y “comida de consuelo” son muy comunes en nuestro vocabulario por una razón. En el plazo de un mes, casi dos de cada cinco adultos admitieron haber comido en exceso o haberse dado el capricho de comer comidas poco saludables a causa del estrés. Si combinamos eso con un entorno menos controlado, por ejemplo con un minibar repleto de este tipo de alimentos, es más probable que comamos aperitivos que no son nada beneficiosos para nuestra salud.

Ahora bien, si debemos llevarnos nuestra propia comida, hacer ejercicio entre las obligaciones que tenemos con los clientes y dormir lo suficiente, ¿cómo se supone que encontraremos tiempo para respirar y, por si fuera poco, relajarnos?

Es aquí donde probablemente tengas que hacer cambios en algunas prioridades. Si para ti comer sano es más importante que hacer ejercicio, entonces puedes usar ese tiempo para relajarte. Tal vez el hotel tenga una piscina donde relajarte un poco o incluso un spa que podrías aprovechar.

Si no, relájate donde puedas. Probablemente te parezca imposible, pero algunos estudios han mostrado que incluso 16 minutos de ejercicios de relajación pueden ayudar a las personas a sobrellevar el estrés con eficacia.

Además, hay varias apps para controlar el estrés que te permiten tomar pequeños descansos para relajarte estés donde estés. Echa un vistazo a nuestra lista detallada, ya que muchas apps son gratuitas.

No organizas tu tiempo sabiamente.

Todos hemos somos conscientes de los beneficios que podemos obtener al gestionar nuestro tiempo. No sé tú, pero yo me siento mejor cuando al menos tengo una idea aproximada sobre cómo va a ser mi día.

Uso una técnica llamada “bloqueo de tiempo”, con la que añado citas a mi calendario de actividades personales; por ejemplo, agrego mis horas de ejercicio y de descanso para tomar un café. Según algunos estudios, escribir tus objetivos en realidad puede aumentar la probabilidad de lograrlos.

Así que aunque nuestros planes pueden salir mal, programarlos de antemano nos ofrece al menos una mejor idea de cuánto tiempo tenemos para llevarlos a cabo.

Por eso es tan útil gestionar el tiempo para nuestros viajes de negocios. Debemos hacer muchas cosas durante un corto periodo de tiempo, pero si planeamos estas actividades en un calendario podemos priorizar mejor lo que es más importante, ya sea hacer ejercicio o emplear ese tiempo en relajarnos.

Si tienes problemas para establecer prioridades, intenta lograrlo con este test de dos minutos que te ayudará a determinar qué tareas debes realizar primero.

¡Llegó el momento de ponerte manos a la obra!

Es probable que esta lista te parezca larga y que debes ocuparte de muchas actividades cuando de por sí tu tiempo ya está limitado. No pasa nada si solo pones en práctica algunos de estos consejos u otros diferentes, por eso insistimos tanto en que debemos priorizar. No te martirices por omitir alguno de estos pasos, ya que cuando se trata de corregir hábitos poco deseables, tener compasión por uno mismo es mucho más eficaz que culparse.

Antes de terminar de leer esta publicación, te recomendamos informarte para saber cómo puedes hacer que tus viajes sean más tranquilos. Averigua si tu hotel ofrece servicios de lavandería, yoga en la habitación o algo tan simple como una cafetera en tu habitación. Tener esos recursos a mano reducirá la cantidad de tiempo que debes pasar buscándolos o recurriendo a ellos en otros lugares.