¿Qué sabe Maduro que nosotros no sabemos? por @ArmandoMartini

¿Qué sabe Maduro que nosotros no sabemos? por @ArmandoMartini

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No se trata del Gobierno, pues sabemos que solo conoce de verborreas, amenazas, advertencias “tengo pruebas” que nunca muestra, perdigones, bombas lacrimógenas, fuerza bruta y a los militares cuando les conviene, tienen la excusa de la obediencia total. A pesar de Nuremberg, la desarrollada y extensa jurisprudencia sobre los derechos humanos, los castrenses siguen disculpándose con aquello de: “cumpliendo órdenes superiores”. Deberían consultar con sus colegas del mundo -argentinos y chilenos, por ejemplo-. En la actualidad, ese pretexto hipócrita no tiene asidero ni es tomado en consideración por los tribunales de justicia.

Quizás no estén al tanto, cualquiera tiene derecho legal a demandar quien esté denunciado por violación de los derechos humanos, es decir, vayan donde vayan, tengan donde tengan sus ahorros, pueden ser denunciados, investigados y presos. ¡Están advertidos, no lo olviden!





Tampoco se trata de economía, está clarísimo que, de eso, no está al corriente, de hecho no tiene ni idea y lo más frecuente son sus dislates. Mucho menos de la realidad social, una cosa sueñan él y sumisos hablachentos servidores. Otra, lo que en realidad sucede.

Lo que reclamamos, mudistas, chavistas, adecos, maduristas, justicieros, moderados, leopoldistas, mariacorinistas, radicales, ni ni, opositores, extremistas, resignados, complacientes y demás especies, es el derecho a saber lo que el Presidente conoce de los dirigentes de la MUD como para obligarlos no sólo a sentarse en la Mesa de Diálogo, sino a seguir sentados por los siglos de los siglos. Por algo Nicolás Maduro, que es indocto pero no bobo, aseguró ante todo el país que el diálogo se está desarrollando porque él obligó a la MUD a reunirse con los carísimos chuleros ex presidentes, el sinvergüenza de Unasur, el maligno de Jorge Rodríguez, y ahora además tiene a muderos atados a sus sillas, de las cuales no podrán levantarse hasta que él lo desee o le convenga. ¡Lo menos que merecemos los ciudadanos es una explicación aclaratoria!

Los dirigentes de la MUD, deben ilustrarnos, es fundamental, porque entre no creerles  y menos aun, al oficialismo, ya no podemos confiar en nadie. ¿Qué sabe o qué tiene Maduro para haberlos obligado a discutir vaguedades?

Usted, Presidente, dijo que “así como los obligué a sentarse, no los voy a dejar parar”, y pareció claro, directo y sin titubeos. ¿Cómo es eso señores de la MUD? ¡Señale lo que sabe, está obligado a revelarlo! ¿Cuál es la base de semejante advertencia? ¡Presidente sea revolucionario despepítese!

No basta que los auto designados jefazos salgan con evasivas retóricas de que Maduro no manda en la MUD, porque de sus declaraciones se concluye ¡que si lo hace! Los ciudadanos queremos una definición, la merecemos, les guste o no, están obligados a esclarecerlo. De lo contrario aplicaremos el dicho: “el que calla otorga”.

Pocos logran entender por qué no se responde retando al Presidente para que indique lo que conoce o tiene contra algunos dirigentes de la oposición. ¿Será esta cuestión oculta la que llevó a Voluntad Popular a asegurar que ellos no participarían? O ¿cómo es que el oficialismo firma acuerdos que después se queden sólo en papel y no se cumplan? y sólo se limita a protestar. ¡Puro aguaje! ¿Es acaso, una nueva forma de hacer política? ¿Por qué tanta burla?

El secretario de la MUD se reunió con el Nuncio Apostólico, Aldo Giordano y expresó, su preocupación por el agravamiento de la situación en Venezuela, y la necesidad de que el gobierno cumpla los acuerdos en la mesa de diálogo. “Si aquí el diálogo nacional no da resultados concretos, la MUD tendrá que revisar su participación de cara a la reunión del próximo 6 de diciembre, porque el país necesita resultados, no simplemente habladera.”

Es una respuesta directa a lo dicho por Maduro, pero insuficiente, politiquera, evasiva y guabinosa. Continuamos sin saber que el Presidente tenga pruebas que los comprometan, alguna carta guardada bajo la manga, o quizás lo dijo en un momento de delirio y alucinación.

Si Nicolás Maduro tuvo un momento de desvarío, hay que señalarlo con claridad, la locura es más fácil de disimular que la gripe, la pobreza o la riqueza desbordante, y es deber de quienes notan la chifladura denunciarla. Y, peor, si no fue un momento de revoltillo mental, si de verdad los dirigentes de la MUD “saben” que sí y por qué puede obligarlos a seguir ejerciendo de dialogantes; estar al tanto sería bueno para la sanidad pública colectiva.

Los ciudadanos exigen que se deje de actuar con ligereza y lo hagan con seriedad y responsabilidad; hasta cuándo los dialogantes van a seguir con la guachafita de seguir dándole supuestos ultimátum al gobierno y amenazar con pararse de un diálogo chucuto. ¿Acaso ocultan algo?

Sentarse o no el 6 de diciembre, sería la forma tradicional de continuar con la soberbia de pensar y actuar sin informar ni consultar a los ciudadanos, olvidando que un partido no son empresas principales y personales que algunos manejan, sino posiciones que nacen de millones de voluntades que deben ser muy tomadas en cuenta porque, aunque aguanten en silencio, en cualquier momento y sin aviso pueden levantarse.

Como ciudadanos que padecemos las inconveniencias, errores y horrores maduristas, exigimos del Presidente que tanto alardea -que al menos esta vez-, no se quede en imprecisiones burguesas sino que haga exactitudes revolucionarias y comente la verdad bolivariana: ¿qué es lo que sabe sobre los que actúan como dueños de la MUD y que los hace serle, aunque disimulada ordenadamente obedientes a sus deseos?

Desobedezca a su mentor Raúl Castro, que igual que su hermano y sus cenizas de paseo, es un mentiroso compulsivo con 60 años de práctica. Usted que tanto se jacta de soberanía, inspírese en los próceres venezolanos que siempre platicaron con la verdad por delante, incluso, a costa de sus vidas.

@ArmandoMartini