Héctor Mantilla Alcalá: De quién es la culpa, ¿del ciego o del que le da el garrote?

Héctor Mantilla Alcalá: De quién es la culpa, ¿del ciego o del que le da el garrote?

thumbnailcolaboradores-190x130En un país en el que los acontecimientos diarios e inverosímiles, no dejan de producirse, el último es ¡como demasiado! Por orden del administrador de la Hacienda Pública, se retiran de la circulación los billetes de mayor denominación, en un país en el que el mismo no alcanza ni para adquirir un caramelo. La razón esgrimida, una supuesta estafa en la que una vez más los indiciados son los enemigos del régimen, quien es el único culpable de haber implementado una política monetaria que en definitiva ha causado la ruina de los venezolanos, mediante la emisión de billetes que han conducido a la depauperación de nuestro signo monetario a niveles de record Guines; el bolívar de haber sido una moneda aceptada por todos los países del mundo pasó a ser inaceptable para el concierto mundial; salvo para unos delincuentes, excluyendo a los pobladores de esta tierra que la requerimos como medio de pago para realizar nuestras transacciones que nos permiten hoy en día subsistir, y que se han valido para realizar el mayor desfalco, que de ser cierto, se ha efectuado en la historia de la república. Frente a esta situación la medida implementada por las autoridades es dejar sin efectivo a una ciudadanía que no atina a comprender, más allá de sentir como su empobrecimiento se agiganta, creando desesperanza, y en el que los verdaderos culpables aparecen como los verdugos de unas victimas, en las que una vez más se constituye el pueblo venezolano; quienes debieran de exigir de manera contundente una verdadera y real investigación que habrá de concluir en expulsar, so pena del castigo penal al que debieran estar expuestos en un futuro cercano, a los administradores de nuestras riquezas que solo han servido para dilapidarlas en beneficio de unos pocos.

El hacer recaer la supuesta solución en una población en la que alrededor del 65% no está bancarizada y por tanto no cuentan con la posibilidad de un servicio bancario, pone de manifiesto el desprecio que sienten por los más necesitados y lo impúdico de decisiones por parte de un régimen que requiere ser expulsado inmediatamente si es que pretendemos retomar la senda del progreso.

De allí lo imperativo de solicitar un juicio para aquellos que por impericia y sinvergüenzas nos han traído a esta realidad, que de no proceder, la expulsión, colocaría a la mayoría de la población en alrededor del 70% en pobreza extrema al no recibir, 7 de cada 10 familias venezolanas los ingresos para adquirir siquiera la canasta alimentaria; y que hace obligante para la dirigencia opositora e incluso para todos los pobladores de esta nación el solicitar la renuncia del cargo para los administradores del erario público, realizando lo que esté al alcance de cada uno para lograrlo, de lo contrario y de acuerdo a los niveles de cada estamento podríamos constituirnos en cómplices que hemos traicionado los sueños y esperanzas de una nación, bien por cálculos propios y peor aún políticos inaceptables que ponen en peligro a las actuales y futuras generaciones por venir.





En Caracas a los 14 días del mes de diciembre de 2016

Por: Héctor Augusto Mantilla Alcalá