Mataron a conductor para robarle la camioneta en Maracay

Mataron a conductor para robarle la camioneta en Maracay

(Foto archivo)
(Foto archivo)

 

El cadáver de Luis Francisco Villegas Nieto, de 26 años de edad, conductor de la línea Unión Marval de Maracay, estado Aragua, fue localizado el miércoles en la tarde en un área boscosa de la bajada de Tazón, Autopista Regional del Centro. Lo ahorcaron con su corbata y le ocasionaron una herida cortante.

Sandra Guerrero / El Nacional





Dos hombres se lo llevaron a la fuerza a las 2:30 am de ese día del estacionamiento situado frente a la Base Aérea Libertador, en Palo Negro, donde guardaba su camioneta Encava Especial rosada y blanca, placas 528AA9M. Es la unidad número 60 de la línea y tiene 32 puestos.

Cuando el conductor llegó a retirar su vehículo fue interceptado por los dos hombres, quienes le pidieron que abriera la unidad, y salieron del estacionamiento.

Ese día le correspondía cubrir la ruta San Juan-Valencia y al ver que pasaban las horas y no llegaba al peaje de Tapatapa, donde debían encontrarse, el colector de la Encava llamó a la casa del conductor y la esposa de este acudió al estacionamiento, donde el vigilante le informó lo ocurrido.

Luego se dirigió al Cicpc para hacer la denuncia. Horas más tarde el organismo policial la llamó para informarle que el cadáver de su esposo estaba en la morgue de Bello Monte.

La viuda manifestó que hasta ahora no ha sido localizado el autobús. Indicó que a otros conductores de esa línea les han robado la camioneta para luego pedir un rescate y devolverlas.

Presumen que el interés que hubo en este caso es que la Encava estaba recién remodelada y tenía motor, butacas y cauchos nuevos.

La víctima laboraba desde los 10 años de edad como colector. Padre de dos hijos, de 4 años y de año y medio de edad, tenía 8 años trabajando en Unión Marval. Era el menor de 3 hermanos.

Villegas Nieto era cristiano evangélico, así como su esposa, quien espera que se haga justicia y que sean capturados los autores del homicidio. También tiene fe en la justicia divina.

Contó que su marido era un hombre sano, no tenía vicios, excelente padre y esposo, que gozaba del aprecio de sus compañeros de trabajo. El cadáver fue trasladado a Maracay para ser velado y sepultado.