En Táchira de cada 100.000 habitantes 72 son víctimas de muertes violentas

Una persona pone velas frente a unas simulaciones de tumbas con fotografías de víctimas de violencia, durante una protesta contra el gobierno de Nicolás Maduro, en Caracas, 10 de abril de 2014. Las muertes violentas en Venezuela llegarían a 27.875 este año, un aumento del 12 por ciento respecto del anterior, según un estudio presentado el lunes por la organización no gubernamental Observatorio Venezolano de Violencia (OVV). REUTERS/Carlos Garcia Rawlins
REUTERS/Carlos Garcia Rawlins

En Táchira, de cada 100.000 habitantes, 72 son víctimas de muertes violentas, convirtiéndose así en el decimotercer estado más violento del país. Los datos están reseñados en el informe anual del Observatorio Venezolano de Violencia, que fue presentado este miércoles a escala nacional. Así lo reseña lanacionweb.com

Por Manuel Roa

Para este año el OVV estima en Venezuela una tasa de 91,8 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, y un total de 28.479 fallecidos. Los datos se derivan de la suma de los homicidios legalmente aceptados, que alcanzan los 18.230 casos; las víctimas de los actos clasificados como resistencia a la autoridad, que llegan a 5.281 muertos; y los 4.968 fallecidos incluidos en los casos de muertes violentas consideradas en averiguación.





Con esta tasa, Venezuela se ubica en el segundo lugar de los países con mayor violencia letal en el mundo. El primero, al igual que en el año 2015, es El Salvador, con una tasa de alrededor de 100 homicidios por 100.000 habitantes; y en tercer lugar se sitúa Honduras, con una tasa cercana a los 60 homicidios por 100.000 habitantes.

La falta de una institucionalidad sólida, ante el contexto de polarización nacional, es una de las causas centrales de la propagación de la violencia en el país, según el OVV. Para la organización este contexto debilita el sentido de una vida social regida por normas, acuerdos y leyes. “La destrucción de la institucionalidad adquirió en el año 2016 una dimensión mayor con la partidización abierta del sistema de justicia, en especial del Tribunal Supremo de Justicia, y su transformación en una herramienta del Poder Ejecutivo, para desconocer y someter al Poder Legislativo”, se lee en el informe.

El proceso de empobrecimiento generalizado de la sociedad y la escasez de productos y de servicios también ha fomentado, según el OVV, la conflictividad en la sociedad: “La población ha sido sometida a largas colas y otros requisitos arbitrarios que se le imponen para poder acceder a los alimentos, cada vez más costosos; en este contexto surgen comportamientos y grupos delictivos que compiten por conseguir esos bienes o servicios”.

El observatorio contó para su informe con fuentes primarias oficiales y con las informaciones de terreno recabadas en los seis observatorios regionales de violencia: en San Cristóbal, con la UCAT; en Cumaná, con la UDO; en Barquisimeto, con la UCLA; en Ciudad Guayana, con la UCAB; en Mérida, con la ULA, y en Caracas con la UCV. A fin de mejorar la calidad de su información, la organización contó con la asesoría del equipo de Human Rights Data Analysis Group para certificar los procedimientos empleados.