Manuel Corao: Nicolás Maduro negocia firmas por hambre

Manuel Corao: Nicolás Maduro negocia firmas por hambre

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El “Comando anti golpe” designado por Maduro como respuesta a la decisión de la Asamblea Nacional, institución que políticamente lo separó del cargo de Presidente de la República de Venezuela, no es más que un maquillaje dado a viejas y reiteradas operaciones de persecución policial puestas en práctica en Venezuela desde la época del extinto mandatario Hugo Chávez Frías desde mil novecientos noventa y nueve.

Destaco este operativo por cuanto dicha facción es una comedia de antiguo guion expuesta al dictamen común con gran parecido a la NKVD en la Unión Soviética de Lósif Stalin en la primera mitad del siglo XX y la Gestapo de Adolf Hitler en la década de los cuarenta.





Nada diferente nos presentan los primeros resultados de la operación patrocinada por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional- SEBIN. Aun cuando el joven Tareck El Aissami refresca la cara de la jefatura, no menos tenebroso ha sido su proceder.

El conocido cuento de haber conseguido en posesión del diputado a la Asamblea Nacional Gilber Caro una lista de incursos en un supuesto plan de desestabilización, ya nadie lo cree.

El dirigente venezolano José Antonio Colina, presidente de VEPPEX, desde el exilio denuncia la detención arbitraria de los dirigentes Caro, en el céntrico estado de Carabobo, y los jóvenes concejales de Primero Justicia Jorge Luis Gonzales y Rosnier Farías, en la sureña jurisdicción de Bolívar. Igual suerte correrán otros cabecillas de base, cuando vemos aumentar la enumeración de la acción policial, con instrucciones administrativas que intentan inhabilitar a presidenciables.

Colina no duda en puntear traiciones dentro de las filas de la oposición: “Avanzada Progresista, Un Nuevo Tiempo y algunos dirigentes de Primero Justicia le hacen el juego al gobierno”. Destaca el hoy extrañado de su terruño la gestión adversa al comunismo de Voluntad Popular.

Ello queda expuesto cuando observamos al gobernador del estado Miranda Henrique Capriles Radonsky, como en efecto intentaron sin éxito, se le tiende una trampa en la Contraloría General de la República para imponerle de hechos violatorios en su administración que arrojan penas que lo sustraen de sus funciones públicas para los cual no podría ejercer posiciones de estado.

Capriles evita la intentona al rechazar el encuentro administrativo en privado aduciendo deber ser pública la misma conforme a la ley de la materia contralora.

Igual circunstancia aplicaron al valeroso Leopoldo López Mendoza, hoy sentenciado a más de diez años en pretendidos inciertos delitos que conforme a las actas del expediente en cuestión, no pudieron ser probados por los fiscales acusadores.

La sentencia fue amañada ya que temen verlo militando en las calles.

Ahora el momento violatorio de la ley le corresponde a la valiente mujer, madre, esposa, hija Lilian Tintori a quien luego de prefabricada pieza auditiva tratan de inculparla en planes desestabilizadores. Uno a uno tratarán de eliminar sus aspiraciones de avanzada.

Aunado a los procedimientos coercitivos, el régimen de Maduro Moros oferta alimentos a cambio de firmar una petición para ilegalizar la Asamblea Nacional. Esto es llevado a cabo bajo la oferta engañosa del “Carnet de la patria”, un plástico emulador de libreta de racionamiento a la cubana contentivo de ochenta mil bolívares.
La táctica consiste en citar a las personas a un establecimiento municipal de la tendencia comunista gubernamental. Luego de largas colas, cuando el ciudadano se ubica frente al responsable, este le pide rubricar en dos impresos. El primero corresponde a la solicitud ante el Tribunal Supremo de Justicia para eliminar la actual asamblea, para luego rellenar los formularios de la tarjeta para debitar el monto.

De no aceptar apoyar la iniciativa política el padre o madre de familia no recibirá el prometido importe. Denunciantes indican sentirse timados.

La estrategia gubernamental para justificar el establecimiento de un régimen de fuerza en su desesperación intenta presentar internacionalmente un documento suscrito por miles de venezolanos, ya que la sala constitucional y el máximo tribunal de la nación no gozan, como por igual los otros poderes, de respetabilidad en el mundo libre.
Nada es más poderoso que la voluntad de un pueblo de querer ser libre. Los venezolanos están venciendo la adversidad junto a miembros de la Fuerza Armada Nacional.