Smith: Quitaremos la estatua de Chávez apenas lleguemos al gobierno por el voto

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“Juro al pueblo varguense que quitaremos esa estatua porque es una afrenta a la patria y al turismo de Vargas”. Esto lo afirmó Roberto Smith, precandidato a la gobernación de Vargas y líder de la Unidad Democrática, al conocerse que se está instalando una estatua de Hugo Chávez en la Plaza Bolívar de La Guaira por la gobernación de García Carneiro.





Nota de prensa 

“No tenemos nada personal contra Chávez, pero poner una estatua suya al nivel del propio Bolívar es un insulto al pueblo varguense. Hay hambre, miseria, corrupción y la gente está sufriendo mientras que el gobierno anda en shows mediáticos olvidándose de las necesidades de la gente. Además hay normas de prudencia política que dicen que no es conveniente homenajear el personalismo de un ex-presidente que tiene tan pocos años de fallecido. Hay que esperar por lo menos 25 años para que la historia tenga tiempo suficiente de juzgar su obra y que se genere un consenso social. Por ello, las plazas del país no están llenas de estatuas de Betancourt, Caldera o CAP, ni siquiera de presidentes muy queridos como Gallegos”, afirmó Smith.

Continuó “además, Vargas es tierra de turismo y sería inconveniente para la estética turística de Vargas exhibir una estatua de un ex-presidente que genera hoy y en el futuro un rechazo tan grande entre los venezolanos, por la herencia de miseria y hambre que dejó y por sus herederos, Nicolás Maduro y sus socios, que han traído tanta ruina y hambre a Vargas y a Venezuela. Aquí hay que homenajear a próceres como Vargas, Gual, España, Soublette o Reverón, que atraerían el interés de todos los turistas, no a un ex-presidente extinto que alejaría por lo menos a 70% de los visitantes a Vargas.”

Smith pidió que “Carneiro reflexiones muy bien sobre su decisión. Al colocarla, tendremos que esperar unos pocos meses para quitarla, cuando cambiemos el régimen y los demócratas lleguemos al gobierno de Vargas por la vía del voto, pero juro que no estará más allí. No recurriremos a la violencia como ocurrió en los casos de Stalin, Hitler o Sadam Hussein, que se destruyeron sus estatuas por el pueblo enfurecido al caer sus regímenes. Lo más lógico será ponerla en venta para recuperar el dinero de la gobernación y usarlo en obras útiles para el estado, como apoyar las escuelas y a artistas locales. Si Maduro o Carneiro la quisieran comprar para colocarla en su jardín privado, tendrán que pagar con su propio dinero porque la venderemos al mejor postor.”