El gobierno de Estados Unidos retiró a su personal diplomático en Venezuela, mientras que grupos radicales de derecha sabotean instalaciones eléctricas para dejar a oscuras al principal aeropuerto del país, poco antes de que el comando central enviara un alarmante mensaje: tropas norteamericanas desembarcaron y se dirigen hacia Caracas.
Estados Unidos y la oposición fueron las figuras centrales en los ejercicios militares sostenidos el fin de semana por el régimen de Nicolás Maduro, donde unos 76,000 efectivos, 102,000 milicianos y 400,000 civiles mostraron su grado de preparación para rechazar una hipotética invasión extranjera o el surgimiento de una “primavera árabe” en Venezuela.
Y Washington junto con la “apátrida oposición venezolana” fueron los malos de la película en el ejercicio militar convocado por Maduro.
“Se tiene conocimiento que fuerzas extranjeras de magnitud desconocida intentarán con todos sus medios desembarcar por el estado Vargas y llegar a la capital de la República”, declaró uno de los mensajes utilizados en las maniobras de este fin de semana.
“El gobierno de EEUU ha anunciado el retiro de todo el personal diplomático acreditado en Caracas, y ha amenazado con la realización de golpes limitados, contra los centros de dirección, comando y comunicaciones en Maiquetía, para posteriormente atacar Miraflores, el Palacio Blanco y el Fuerte Tiuna”, declaró otro de los mensajes utilizados.
Porciones de lo que fue llamado “Ejercicio de Defensa Integral Antiimperialista Zamora 200” fueron transmitidas el sábado en cadena de radio y televisión, en un evento que pretendía mostrar la fortaleza de la Revolución Bolivariana.
El gobernante convocó los ejercicios cuando más de un 85% de los venezolanos clama por un cambio de gobierno, en medio de la más severa crisis económica en la historia moderna del país, y ante temores de que Washington bajo la venidera administración de Donald Trump endurezca la política norteamericana hacia Venezuela.
Maduro ordenó la preparación de los ejercicios militares el mes pasado, tras denunciar que Venezuela se había convertido en el blanco de una “guerra no convencional”.
El goberante reiteró el mensaje durante los ejercicios del fin de semana.
“Lo que estamos haciendo es llevando a la práctica el concepto estratégico, la teoría, la preparación y el armamento que está dispuesto para hacer a nuestro país, un país que no pueda ser tocado jamás por ninguna potencia imperialista o por ningún lacayo que se atreva a agredir militarmente a nuestro país”, manifestó el sábado.
“Si Venezuela fuera atacada algún día por distintas modalidades de agresión, nosotros tendríamos el derecho histórico de pasar de la defensiva a la ofensiva, tendríamos el derecho histórico de combatir en todo el territorio americano por la libertad de nuestro pueblo”, agregó.
El General Retirado Antonio Rivero, quien filtró las instrucciones que fueron emitidas en los ejercicios militares, calificó de muy revelador que las maniobras estuviesen basadas en una hipotética invasión estadounidense.
“Están anticipando una intervención de Estados Unidos, ante una posible declaración de que el país es gobernado por un régimen delictivo, por la participación de sus líderes en el narcotráfico, como sucedió con Manuel Noriega en Panamá”, señaló Rivero.
Pero en los ataques también participarían mercenarios contratados por la oposición venezolana, quienes en el ejercicio tenían como obligaciones atacar y sabotear las refinerías, instalaciones siderúrgicas y las centrales hidroeléctricas del país, comentó Rivero.
Por otro lado, la declaración de opositores como enemigos del Estado es un alarmante fenómeno que pretende preparar sicológicamente al soldado a un eventual escenario donde tendría que abrir fuego contra los manifestantes, porque éstos dejan de ser parte del pueblo venezolano para convertirse en “enemigos internos” del régimen, explicó el general.
Pero en el fondo, la maniobra convocada por Maduro fue una gran farsa, porque el alto mando militar de Venezuela sabe muy bien que no tiene forma de salir bien parado en un enfrentamiento con Estados Unidos.
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