Análisis Integral Hercon Enero 2017 / Evidentemente, la crisis política, económica y social cada día se profundiza en el país. ¿Está usted de acuerdo o en desacuerdo que los venezolanos deben buscar mecanismos constitucionales para salir de la gestión de Nicolás Maduro?
El gobierno, se hace el sordo, no quiere escuchar y menos mirar lo que está pasando en Venezuela; el progresivo desabastecimiento de alimentos, medicinas y repuestos; el aumento de la pobreza, el hambre, criminalidad y la violencia general mantienen su ritmo de crecimiento incontrolado. La realidad es triste para un país petrolero, afianzado por significativos recursos naturales, la verdad es que esta revolución llamada Socialismo del siglo XXI pone a gravitar a millones de venezolanos sobre diversos sacrificios en su “ilimitada” tolerancia. No obstante, continúan germinando motivos suficientes para tomar acciones que les permitan al pueblo hacer valer su mayoría y fuerza constitucional – democrática, demostrarle al gobierno que ha llegado el momento histórico de abandonar un gobierno agotado, sin futuro, articulado a su incoherencia de pensamiento y acción marxista.
Las palabras de Savater tienen vigencia extraordinaria en estos tiempos abstractos e impaciencias, “una vez que un pueblo toma la decisión de cambiar, no existe fuerza que lo pueda parar”. Todos los estudios de opinión pública reflejan que la mayoría de los venezolanos quieren cambio de gobierno, realidad que se visualiza en las manifestaciones de 80%.
El desafío que tiene la MUD es de rescatar el alcance de voto en una moribunda democracia, además luchar por los eventos electorales regionales y municipales con presión diaria y directa Maduro y CNE. Es significativo recordar que el camino recorrido para que se realizarán las pasadas elecciones parlamentarias, estuvo lleno de obstáculos, siempre fueron orientados estratégicamente por el propio gobierno en alianza con CNE. Las dificultades no afectaron la materialización de esos comicios parlamentarios, entre las denuncias más graves estaban la negativa a una observación internacional totalmente imparcial y la mirada complaciente de los rectores del máximo órgano electoral, por supuesto ante el ventajismo electoral del gobierno durante toda la campaña electoral.
La popularidad del gobierno de Nicolás Maduro continúa cayendo sin paracaídas, según nuestras últimas encuestas revelan que más de un 95,% de los venezolanos consideran que la situación del país va por mal camino. El presidente Maduro no se quiere exponer a ningún escenario electoral. Pero, el primer mandatario sabe, que puede gobernar por un tiempo a su arbitrariedad mediante el control del Poder Judicial, anulando todas las decisiones y acciones que pueda tomar la Asamblea Nacional.
Los números dejan para el análisis varias lecturas sobre las temáticas de comicios, son tangibles las irreversibles derrotas que le vienen a la revolución en cualquier contexto electoral. La significación de los resultados del 6D 2016, la MUD obtuvo más de 343.000 votos aproximadamente que los que Capriles conquistó en las presidenciales de Abril 2013, mientras que el chavismo perdió dos millones de votos respecto a los logrados por Maduro. Los sufragios obtenidos por el chavismo en las legislativas son los peores de toda su historia casi invicta en todas sus contiendas electorales. La revolución por sus posturas arrogantes y desconexión con la gente forjo resultados por adelantados negativos para la sobrevivencia del legado del Comandante. La maquinaria electoral chavista había asegurado poco antes de las legislativas que contaba con siete millones de ciudadanos que, con su nombre y cédula, habían comprometido su voto con los oficialistas, las famosas listas 1×10… se revelo ese día 6D que la maquinaria roja tiene los motores bien fundidos, los números hablan aseguran no terminaran de arrancar, nudo crítico para convocar elecciones regionales y municipales o generales.
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