Rafael Rodríguez Mudarra: La libertad de Leopoldo López no debe entenderse como ruego

Rafael Rodríguez Mudarra: La libertad de Leopoldo López no debe entenderse como ruego

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Leopoldo López, ha sido un venezolano, cofundador del movimiento político: “Voluntad Popular”, hoy fusionado con sus ideas e intereses en una sola entidad legalmente regulada en unión de otros grupos en la Mesa de Unidad Democrática ( MUD), considerada ésta última, como el único partido de oposición legalmente constituido, lo que nos fuerza pensar que la organización que hubo de presidir este importante hombre , en razón de una sentencia de la Sala Constitucional de efectos vinculantes, para lograr la independencia que le era propia, tiene forzosamente que entrar en un proceso de renovación, entiéndase como tal la recolección de firmas sujetas al sospechoso dictamen proferido, con intención velada de conformación del bipartidismo político, que conlleve la perpetuación en el poder del nefasto régimen, que detenta las riendas del Gobierno.

Independientemente de la ideología que pueda profesar quien suscribe el presente artículo; y en estima a la conducta de rectitud probada de éste influyente dirigente de la política nacional, sin duda defensor sincero del conglomerado social que con voluntad se ha dado en liderar, sometido a prisión por ser como efectivamente ha demostrado serlo: defensor sin pausa de la democracia y luchador sin tregua por el rescate del ejercicio de las libertades fundamentales y de los derechos humanos, valores entendidos como realidades intangible e inviolables; por razones éticas y principistas me ubico entre los opuestos al argumento esgrimido por la Defensa de Leopoldo López, más que infantil: ingenuo ; mediante el cual en forma pública reclama como compromiso cumplido de compensación al Presidente, el intercambio de la libertad del preso político venezolano por él de López Rivera , persona que hubo de pagar prisión en una cárcel gringa, lo cual no tendría otra connotación, que la de un trueque inaceptable, con evidencia de parecido a las sugestiones que hechas por el itinerante facilitador Rodríguez Zapatero, no fueron aceptadas por quien se encuentra privada de su libertad ,sin causa que la justifique.





La libertad de éste preso político, huelga afirmarlo no debe estar sometido a la indulgencia que pueda serle peticionada a Nicolás Maduro, lo cual por propia voz del peticionado, no va suceder.

La DIGNIDAD no se ruega ni se negocia: se impone con valor de protesta y con voluntad resuelta cumpliéndose para su obtención con lo pautado en la Constitución: Leopoldo López, Antonio Ledesma y otros venezolanos, civiles y militares han sido objeto de prisiones de índole fascista, planificadas y dirigidas por un gobierno abiertamente autoritario con presencia castrense activa, por lo que no puede entenderse, tal concepto, como un intercambio de bienes y servicios.

La libertad es una obligación imperativa del Estado de Derecho, constituye un valor supremo, dada la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político, no ruego a un funcionario cuestionado por la opinión pública con insistente persistencia para el cese de su mandato; acreedor a una sanción política , por haber incumplido la Constitución al no activar las atribuciones del Estado, las cuales le son personalizada, dado su condición de ejerciente del Gobierno. Conducta reiterada de incursión en responsabilidad funcionarial al violar la Carta Magna, cual impone, que : El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de las entidades políticas que la componen, debe ser entre otras : “ democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, RESPONSABLE, pluralista y de mandatos revocables”, lo que llevó a la Asamblea Nacional , como representante legítima de la soberanía nacional a cumplir con el mandato que el pueblo soberano le reservó, lo cual en el caso de “”marra no ha sido otro que declarar mediante votación válida el “Abandono del Cargo de Presidente de la República” el cual en forma irresponsable ha venido ejerciendo Nicolás Maduro.

La libertad de los presos políticos para conquistarla, requiere decisión unitaria con desprendimiento absoluto de subjetividades impropias. Tomar la calle y reclamar los derechos conculcados es un propósito patriótico, pertenece al pueblo y no a grupos; ni a partidos ni a personalidades engreídas, lo que implica una estrategia vertical sin claudicación, para evitar desnaturalizar él sentimiento colectivo que propicia un cambio de gobierno.
Caracas 25 de enero 2017