Apagones en Carabobo amenazan la sobrevivencia

Apagones en Carabobo amenazan la sobrevivencia

Apagones Carabobo

El silencio despertó a Stefano. De pronto todo se apagó. La luz del cuarto y la de todos los aparatos a los que está conectado y de los que depende su vida desde hace tres meses. Fue un apagón eléctrico inesperado, un corte en la energía que llega a su casa y a su cuerpo en forma de cables, una falla que a la que por poco logró sobrevivir el niño de un año, que no solo debe poner su salud en manos de la ciencia médica, sino en las de las ineficiencias de la estatal encargada del servicio eléctrico en el país, que registra un déficit en la generación de 65% solo en Carabobo. Así lo reseña el-carabobeno.com

Esa noche del domingo 22 de enero Karla Castillo, mamá de Stefano, padeció en primera persona las consecuencias de un sistema colapsado. Aunque cuentan con la planta de emergencia del conjunto residencial donde habitan, ese día no funcionó porque, por la intermitencia en el voltaje, el cableado se quemó. El niño perdió rápidamente los niveles de saturación de oxígeno. “Se puso morado” en esas dos horas sin electricidad en las que Corpoelec solo respondía de manera casi robotizada a través de su cuenta en Twitter: “Personal operativo realiza maniobras para restablecer el servicio”.





Desde hace cuatro años no se hace mantenimiento preventivo ni correctivo a las plantas de la región, según denunciaron sindicalistas de la estatal. La causa es la deuda de más de tres mil millones de dólares que mantiene el Gobierno con proveedores internacionales de repuestos y prestadores del servicio especializado de mantenimiento.

TERMOS ENFRIADAS

Muchas cosas pasaban por la mente de Karla y su esposo esa noche. La prioridad era estabilizar a Stefano y lo lograron. Pero hay números que explican la situación que tuvieron que enfrentar. Nueve plantas termoeléctricas conforman el eje Aragua-Carabobo del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) que en su conjunto tienen una capacidad instalada de cuatro mil 454 megavatios hora (MW/h), suficientes para soportar la demanda actual de la región, estimada en dos mil 500 MW/h.

Pero la operatividad de esas instalaciones no está en su mejor momento. Solo producen, en suma, mil 570 MW/h, que es igual a 35,25% de su capacidad, según alertó el analista en sistemas eléctricos, José Aguilar. “Las termos en el país están enfriadas”.

Planta Centro es la más grande de todas. Con la puesta en funcionamiento de la Unidad 6 alcanza los dos mil 600 MW/h. Pero 77% está indisponible por falta de inversión en mantenimiento de sus unidades 1, 2, 3, 4 y 5, que están en cero generación y que requerirían una inversión de unos 150 millones de dólares. Pero el Gobierno optó por gastar más de mil 500 millones de dólares para ponerla operativa, 22 meses después de lo prometido y que aporta al SEN estos momentos 590 MW/h.

Le sigue Planta Termo Carabobo, en Morón, con 772 MW/h instalados, de los que 45,6% está fuera del SEN, al tener solo tres de las cuatro unidades generando 140 MW/h cada una, de los 193 que pueden producir.

En tercer lugar está la Planta Pedro Camejo de Los Guayos, que trabaja a 35,48% de su capacidad desde octubre tras ser una de la mejores instalaciones turbo gas del país. Pero una de sus dos unidades fue llevada a más de su límite establecido por el fabricante, de 48 mil horas de servicio o dos mil 400 arranques, y colapsó, mientras que la otra está siendo llevada por el mismo camino.

En Valencia está instalada la Planta del Este y una de Generación de Distribución, que en suma deberían contar con 234 MW/h. Pero la primera trabaja apenas a 21,28% de su capacidad, mientras que la otra lo hace a 53,66%, para aportar en conjunto 80 MW/h. También se cuenta con la Planta Castillito en San Diego, que solo genera 30 MW/h de los 60 MW/h para los que fue concebida.

En el estado Aragua está la Planta José Félix Ribas, en La Cabrera, con dos unidades de 171 MW/h cada una, que presentan síntomas severos de deterioro que hacen que solo generen 280 MW/h entre ambas. El SEN en la región se completa con la Planta Turboven, en San Jacinto, que fue expropiada por el Gobierno en marzo de 2010 y que trabaja a 41,67% de su capacidad, y la Planta de Generación Distribuida de Maracay, con un aporte de 10 MW/h que representan 62,5% de lo que es capaz de producir.

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