CCDHR denuncia aumento de la represión en Cuba

Agentes del régimen castrista detienen a una intregrante de Damas de Blanco
Agentes del régimen castrista detienen a una integrante de Damas de Blanco

 

La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional confirmó alrededor de 478 detenciones arbitrarias de opositores cubanos en enero, y doumentó “12 casos de agresiones físicas y 11 hostigamientos”

Por Martí Noticias





La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) dijo este lunes que sigue “con gran inquietud” el caso del médico opositor Eduardo Cardet, detenido desde el pasado 30 de noviembre, y declarado prisionero de conciencia por Amnistía Internacional.

“Estamos siguiendo con gran inquietud la situación carcelaria del doctor Eduardo Cardet, coordinador general del Movimiento Cristiano Liberación, quien acaba de ser adoptado como prisionero de conciencia por Amnistía Internacional”, señaló la organización en su informe mensual sobre represión política.

En el mes de enero de 2017, la CCDHRN confirmó alrededor de 478 detenciones arbitrarias de opositores cubanos, 20 más que en el mes de diciembre, y doumentó “12 casos de agresiones físicas y 11 hostigamientos (…), parte de la política de represión intimidatoria contra opositores no violentos que ha prevalecido en Cuba durante casi seis décadas”.

El informe subraya que el movimiento femenino Damas de Blanco continúa siendo “blanco prioritario” de la represión política en la isla. Asimismo, señaló que la Unión Patriótica (UNPACU) ha reportado detenciones arbitrarias y “allanamientos vandálicos” con el decomiso de computadoras, cámaras fotográficas y teléfonos móviles.

La CCDHRN manifestó “igual preocupación” por la detención arbitraria de Karina Gálvez, miembro del consejo de redacción de la revista independiente Convivencia, dirigida por Dagoberto Valdés.

La comisión indicó que el número de presos políticos en Cuba sigue estando por encima del centenar, de los cuales 55 son miembros de la UNPACU.

El informe denunció las pésimas condiciones y el maltrato a los reclusos en las alrededor de 200 cárceles y campos de prisioneros existentes en la isla, y subrayó el uso de los detenidos como “mano de obra semiesclava” en la producción de carbón de marabú, exportado a Europa y Estados Unidos.