Sacrificios, sexo salvaje y depravación: El atroz origen de San Valentín

Sacrificios, sexo salvaje y depravación: El atroz origen de San Valentín

Foto ABC.es
Foto ABC.es

 
Ni amor, ni pequeños angelitos capaces de volar y de lanzar flechas para entrelazar el destino de dos tortolitos. El origen del Día de San Valentín poco tiene que ver con lo que, a día de hoy, se celebra el 14 de febrero, reseña ABC.

Por el contrario, esta fiesta en honor a los enamorados se basa en las Lupercales, un festival de depravación y sexo salvaje que se llevaba a cabo en la Antigua Roma con varios objetivos. Entre ellos, lograr que los jóvenes se iniciaran en la sexualidad y perdieran el miedo a mantener relaciones entre sí.

La celebración era tan bárbara e imposible de erradicar que la Iglesia se vio obligada a sustituirla por el actual día de los enamorados en el siglo V.





Según la mayoría de los expertos, Las Lupercales eran unas fiestas celebradas en la Antigua Roma que incluían varios ritos para que los adolescentes se iniciaran en las relaciones sexuales.

Un sacerdote era el encargado de sacrificar un carnero en honor a Fauno, el dios de la naturaleza. Los jóvenes que debían pasar por aquel ritual que casi siempre iban desnudos salían de la gruta la Lupercal. Mientras corrían, los lupercos iban dando latigazos.

La opinión era que los latigazos contribuían a la fecundidad y la feliz libertad de la las mujeres. Mientras los hombres entendían que aquellos golpes les purificaban y les permitían entrar «limpios» en el nuevo año (que comenzaba entonces en marzo). Es decir, que llevarse una marca a casa era símbolo de buena suerte.

La brutalidad de las Lupercales, así como la necesidad de cristianizar la fiesta ante la imposibilidad de que la olvidasen los ciudadanos, provocó que -allá por el siglo V- la Iglesia tomara cartas en el asunto. Así lo afirma el periodista e historiador Jesús Hernández “La fiesta de San Valentín fue instaurada en el año 498 por el papa Gelasio I, probablemente en un intento de eliminar la efeméride pagana de las Lupercales, que se celebraban el 15 de febrero. Un festejo relacionado con el amor y la reproducción”.