Lester Toledo: Mientras haya presos políticos, Venezuela es una dictadura

Lester Toledo, durante la entrevista en la Redacción de ABC - Matías Nieto
Lester Toledo, durante la entrevista en la Redacción de ABC – Matías Nieto

 

Mañana se cumplen tres años del encarcelamiento del líder opositor Leopoldo López en Venezuela. Actos en una treintena de ciudades de distintos países reclamarán su liberación y la de otros más de cien presos políticos (en Madrid, a las 11.00. horas en la plaza de Colón). Lester Toledo, miembro de la dirección del partido de López, Voluntad Popular, trabaja para sumar a España y el resto de la comunidad internacional a la lucha por la democracia en su patria, publica ABC de España.

MANUEL TRILLO @manueltrillo Madrid





Él mismo tuvo que salir de ella el pasado año tras denunciar un caso de corrupción, escapando de milagro del cerco a su edificio que la policía política montó para atraparle. Pasó 70 horas escondido en un conducto del aire acondicionado y huyó en lancha a una isla, desde la que voló a EE.UU. Si regresa, le espera una petición de 28 años de cárcel por financiación del terrorismo y asociación para delinquir, cargos que él considera «ridículos».

¿Qué simboliza el cautiverio de Leopoldo López?

Es la imagen de la resistencia y la lucha de los venezolanos. Hace tres años, en un discurso premonitorio, pronunció una frase que está más vigente que nunca: «El que se cansa, pierde». Fue el primer dirigente que habló de dictadura y narcoestado, cuando nadie se atrevía, y dijo que la corrupción iba a traer una crisis humanitaria. Tres años después, no hay comida ni medicamentos, están comprobados los vínculos con el narcotráfico incluso de la familia presidencial y hay una dictadura que secuestra los poderes públicos, incluida la Asamblea.

EE.UU. ha adoptado medidas contra el vicepresidente venezolano por su relación con el narcotráfico. ¿Es eso soportable para los chavistas?

El gobierno está en horas bajas, porque el régimen se desmorona. Todos los días hay disidencias. El fiscal que acusó a Leopoldo López huyó de Venezuela y reconoció que inventó todo. La congelación de bienes en EE.UU. muestra que en España se pueden hacer más cosas. Gran parte de los miles de millones que desaparecieron en Venezuela están en EE.UU. y aquí. Las autoridades españolas pueden investigar por qué se traen millones y millones de dólares a lavar. Aquí también se pueden poner sanciones, bloquear cuentas, negar pasaportes y residencias, investigar por qué altos jerarcas están en España como si nada. Es muy importante que la lucha contra la corrupción sea internacional.
¿Echa de menos más contundencia a este lado del Atlántico?

No podemos ser malagradecidos, porque se han hecho cosas. Aspiramos a que se haga más. Hay que sitiar a la dictadura, ponerla contra la pared. No puede haber medias tintas. Este es un año de definición para todos los gobiernos del mundo: ¿son demócratas o no? Hay que ser muy firmes con lo que pasa en Venezuela, porque la lucha por los derechos humanos no tiene fronteras ni ideologías.

No todos los partidos en España tienen la misma actitud hacia Venezuela. ¿Cómo valora la de Podemos?

El populismo es el mal del siglo XXI y tenemos que combatirlo en Venezuela, Europa y el mundo entero. Cambia la cara, pero es lo mismo: promesas engañosas con las que se instalan en el gobierno para robar los derechos a la gente. En España se llama Podemos. Hace 15 o 20 años pensaba que era imposible que Venezuela no tuviera comida ni medicinas, y lo sufrimos hoy por culpa del populismo. Somos ejemplo vivo de lo que puede pasar cuando un país no aprecia su democracia.

Hace más de un año la oposición logró la mayoría en la Asamblea. Fracasó la mesa de diálogo y, mientras, el régimen se blinda. ¿Qué salida hay?

No luchamos contra un partido, sino un sistema. Buscamos una salida electoral. Fue un diálogo-trampa, porque en la agenda faltaban dos elementos: liberación de los presos políticos y resolver esto por vía electoral. Era la propuesta de Zapatero, pero eso no ha ocurrido. Hasta que no ocurra, hay una dictadura. Hay que restituir el orden constitucional y eso requiere apoyo internacional.