350.000 venezolanos cayeron en pobreza en un año, según encuesta

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La tercera edición de la Encuesta Condiciones de Vida en Venezuela reveló que los hogares pobres en el país se duplicaron. De 48% que había en 2014, se pasó a 81,8% el año pasado, según reseña el diario El Nacional.





Esta vez el sociólogo e investigador Luis Pedro España, que participó en la investigación que se hace desde 2014 con las alianzas de las universidades Católica Andrés Bello, Simón Bolívar y Central de Venezuela, aseguró que se constató que la pobreza coyuntural pasó de 31% a 35%, lo que significa que los venezolanos que tenían un capital en viviendas y pertenencias, además de conocimientos y destrezas adquiridas por inversión en su educación, ya no pueden mantener su estatus de vida porque la situación económica del país no les permite mantenerse.

Este porcentaje, aunque parece poco, se traduce al menos en 350.000 hogares que cayeron en pobreza solo en un año.

“La pobreza estructural significa que una persona perdió activos, como un carro con el que se rebuscaba, y que no lo puede recuperar. Hay otros que son peores, como un hijo de 16 años que está estudiando bachillerato y que se podría desempeñar en alguna profesión, pero para lograrlo tiene que estar inscrito en la educación formal. Como sus padres no pueden generar el ingreso se pierde un capital humano que se está formando. Esos son los dramas que no son reversibles”, sentencia España.

La pobreza por falta de ingresos llegó en 2015 a 73% y se creyó que al año siguiente tocaría a 100% de la población. España explica que efectivamente ya se llegó al tope de la pobreza coyuntural y no abarca a toda la población, porque aún 20% de los habitantes, que se traduce en casi 5 millones de personas, tiene una posición en el mercado laboral dentro de organizaciones que les permite defender sus ingresos de la inflación. Otro grueso de venezolanos trabaja en libre ejercicio profesional y traslada parte de la inflación a sus clientes.

Misiones. En cuanto a las misiones se consultó la percepción sobre la gestión en ayudas que otorga el gobierno, en vista de que no se tiene información oficial de estos programas. España agregó que la cobertura sigue siendo similar a 2015, pero la Misión, Barrio Adentro descendió de 2,6 millones a una cobertura de 1,8 millones de venezolanos en 2016.

El año pasado 11 millones de personas aseguran que son beneficiarias de alguna misión gubernamental, de las cuales 6,5 millones dicen que son favorecidas por algún programa de alimentación. “Esto puede ser que compró en el extinto mercado Bicentenario o haber comprado en algún operativo de la avenida Bolívar o una caja CLAP. La encuesta Encovi no discrimina cuál fue el tipo de beneficio”, aclara el sociólogo.

Agrega que sí aumentó de 1,4 millones a 2,5 millones de personas beneficiadas con misiones con transferencias monetarias como Madres del Barrio o Hijos de la Patria.

España demuestra una vez más que las misiones no benefician al más necesitado, porque se otorgan sin criterios. En el año 2015 el número de personas que no se manifestaron pobres, pero sí son beneficiarias, fue de 70%, y en 2016 bajó a 59%. “Esa mejora relativa de 10% se la atribuimos a que ahora ya no es tan fácil acceder a ellas haciendo colas para comida, por ejemplo”, explica.

El resultado del sondeo evidencia que 4,4 millones de personas que no son pobres sí se benefician, mientras que 4,2 millones de hogares pobres no reciben ninguna ayuda.

En contraposición, el año pasado cambió el patrón de personas que consideran que necesitan ayudas. Ahora 8 de cada 10 encuestados dicen necesitar programas sociales para vivir.

El Encovi del 2016 se recopiló en el último trimestre del año pasado en 6.413 hogares de todo el país por primera vez; en años anteriores la cobertura fue de 1.500 familias.