Carro Negro y Maisanta, por @ArmandoMartini

ThumbnailArmandoMartiniPietriAgo2015

Da vergüenza, la política mal entendida desprestigia sin base ni fundamento, no importa la persona y reputación. De eso está llena la politiquería barata, ruin, hasta resaltar pasados oscuros ya cancelados. Algunos se corrigen, otros persisten y adaptan su desvergüenza.

De Catia, entró a la cárcel de 20 años, por “quedarse callado” luego de ser acusado de homicidio. Diez años recluido en El Rodeo I, no es fácil sea cual fuere el delito. Conocido como “Carro Negro”, vestía un pañuelo negro en la cabeza y andaba “calzado” con un cuchillo. ¡Mientras purgaba su condena, cambió!





Confinado, empezó a formarse, buscando maneras de reinsertarse en la sociedad que una vez lo había juzgado, condenado y que, probablemente, nunca lo dejaría de señalar. Fundó la organización Liberados en Marcha, encargada de educar, ayudar y reinsertar privados de libertad, se aproximó a la religión cristiana y salió adelante.

Su vocación por el servicio social lo llevó a cursar estudios en el IESA, donde realizó un diplomado de liderazgo social, político y económico; está esperando cumplir su régimen de presentación para estudiar con una beca en la Universidad Carlos III de Madrid, eso no lo sabía usted, ¿verdad?

Cometió errores, infringió leyes, puede sucederle a cualquiera. Sin embargo, tuvo la valentía, coraje e inteligencia de pagar con su libertad y volver a ser ciudadano que, se esfuerza por socorrer, objetivo del cual ha hecho misión de vida.

Hoy está preso, para algunos secuestrado, lo cierto, es que no está libre a pesar de su inmunidad parlamentaria. Se le han cercenado sus derechos elementales y parece en peligro de salud. No ha tenido oportunidad para defenderse de lo que se le acusa.

El no redimido es de los otros, políticos con décadas de amoralidad, que abochornan a ciudadanos y a la misma política. Pícaro que busca y aprovecha cargos para interés propio, sin decoro ni pudor. No escatima y perjudica sin importar personas, instituciones o principios; las reputaciones no valen.

La Corte Penal Internacional de la Haya, que no entiende de conveniencias ni saltos de talanqueras, lo investiga por la terrorífica Lista Maisanta. El tribunal ha expresado que es un sistema moderno de apartheid político. Y como expresara un reconocido defensor de los Derechos Humanos: “evidentemente es parte de los denunciados por los crímenes del 11 de abril 2002”. Venezuela deseosa espera un dictamen.

En aquella propuesta criminal de enfrentar la marcha opositora, por los entonces ya pervertidos círculos bolivarianos, este bandido político participó, como lo relatara el General Rosendo en su testimonio de aquellas interpelaciones en mayo 2002, y en declaraciones al Diario El Universal. Rosendo, perseguido, tuvo que irse del país, el cínico desfachatado sigue orondo.

¿Cómo olvidar las intervenciones en el parlamento, impulsando la encarcelación de inocentes con aquellos testimoniales vergonzosos en la triste comisión de la verdad? Nunca respondió la carta pública del 13 de abril 2009.

Pobres los olvidadizos de sus arengas, envenenados con saña, odio, atiborrados de rencor y resentimiento, colmados de violencia e intimidación, sin escrúpulos, contra quienes ahora lo admiten como compañeros, que hasta hace poco eran sus adversarios, enemigos y víctimas más acérrimos, insultados y calumniados. Más temprano que tarde, serán traicionados. No avisará, simplemente lo hará.

Lo que ha buscado tras abandonar al oficialismo, quien bien lo conoce, es impunidad para seguir trampeando, barriendo bajo la alfombra política su pasado y mostrándose como si tuviera méritos y actitudes sinceras, de ciudadanos, presos políticos, exiliados, estudiantes y fallecidos en la lucha contra el régimen.

Lo ha demostrado, dejando evidencias, la basura moral no puede esconderse, hay testimonios, basta revisar la hemeroteca. Aun truena la memoria aquel segundo audio anunciado, que nunca escuchamos a pesar de las seguridades de su existencia.

Inconcebible que un sujeto de mil caras y múltiples traiciones se siente a discutir caminos opositores. Como olvidar la solicitud ante el Ministerio Público, para la detención de los directivos de Súmate, a quienes acusó de estar involucrados en la supuesta usurpación de funciones, instigación a delinquir y agavillamiento; y a sus líderes, de incurrir en traición a la patria”, reseñado en el Diario El Universal el 13 de julio 2006.

Tras saciarse del chavismo dio el salto y ejerce de dirigente –a pesar de lo “indevolvible” de la revolución, según sus propias palabras-. ¿Escasa memoria de quienes proscribieron agresiones y perniciosa historia política? ¿Cuán confundida esta la Venezuela opositora?

Es obligación ciudadana, por nuestros hijos, nietos y futuras generaciones, por la Venezuela decente, por principios ciudadanos, rebelarnos ante la imposición por vía del consenso de este bucanero de la politiquería. Bofetada a las costumbres políticas. Su trayectoria demuestra lo indigno de representar a venezolanos honorables a quienes debe -al menos- una disculpa pública, aunque lo correcto, sería pagar con prisión sus abusos y desmanes. Está en el deber de saldar sus deudas con el pasado y la sociedad de exigirlo. No permitamos que permanezca impune. Seria fallarle a la moral ciudadana.

A diferencia de Carro Negro, no ha cancelado sus arbitrariedades, disfruta de privilegios producto de la chanza al pueblo, mientras sus víctimas están señaladas en una denigrante lista, en el ostracismo, discriminadas, necesitadas, atravesando penurias, sin trabajo y con hambre.

Venezuela, requiere ciudadanos como el diputado preso político, quien merece el reconocimiento no solamente por asumir errores, sino por haber cumplido el castigo impuesto, por la valentía de asumir su realidad y regenerarse convirtiéndose en gente de bien, que se redime con la sociedad trabajando para rescatar a quienes como él se descarrilaron y merecen la mano que los ayude a reivindicarse.

El sinvergüenza no arrepentido merece total repudio, los ciudadanos dignos y honorables deben rechazarlo moral y socialmente.

Carro Negro, no es más Carro Negro, ahora merece, se ha ganado, el título de Señor, Caballero y Buen Patriota, lo que no puede exhibir quien no ha pagado sus canalladas.

@ArmandoMartini