Néstor Rincón: Venezuela herida de muerte. La Verdadera conspiración. ¿Podemos salvarla?

Néstor Rincón: Venezuela herida de muerte. La Verdadera conspiración. ¿Podemos salvarla?

thumbnailNestorRincon

Después del amor a Dios, a los padres y a la familia, no hay ninguna motivación que saque de su cama a un buen ciudadano con más energía cada mañana, que su propósito por ayudar a la sociedad a la que pertenece, sobre todo, cuando observa que es atacada sin misericordia por propios y extraños. Algunos victimarios son consientes de lo que hacen, y se babean cuando se reparten lo que queda de sus empobrecidas arcas públicas. Su arrase destruye reservas morales, y causa una estela de pobreza moral y material descomunal;  otros, en condición de cómplices, se agavillan en diferentes roles, “tontos útiles”, “inconscientes” o como algunos los llaman, “engañados de siempre o cíclicos”, porque en cada votación se prestan para rotar a sus mismos verdugos. Estos, directa o indirectamente participan en los crímenes. Es como una orgia desenfrenada de drogadictos, donde unos son consumidores y otros traficantes que viven de ellos.

Venezuela se retuerce ante cada puñalada, resiste cada día más débil, a una muerte que va llegando de a poco. Le falta el aire. A ráfagas recibe aliento de algunos de sus buenos y valientes hijos, que llegan a su lecho de enferma abriéndose paso entre “familiares y amigos” que calladamente presencian la canalla y cruel repartición, de una herencia que cada día menor. No se ha muerto y ya se arrebatan entre unos y otros sus bienes más preciados. La hipocresía flota en un ambiente pesado, cuando se intercambian miradas, y voltean la cara para señalar los maletines donde el repartidor de la botija pública, debe echar la parte del botín sus colaboradores del momento. Están gordos como leones insaciables. Se compran y se venden entre ellos mismos, y se pagan con el dinero robado, a nadie le importa la enferma, todos participan. Luego como parte de la trama, se hacen acusaciones públicas para engañar a ignorantes y estúpidos espectadores agrupados en las ramas de árboles, cuales monos asustados, donde esperan no ser ellos los devorados, quizás hasta esperan una oportunidad en la que puedan bajar para participar en el festín del acervo y cuerpo de la víctima.





Participan con igual o peor hipocresía otros países y “dirigentes amigos” que esperan seguir compartiendo como hienas, al lado de los leones nativos, pedazos de la carne aun fresca y ensangrentada de la víctima, arrancada a mordiscos, mientras se resiste a morir; mas atrás, otros como zorros y buitres, esperan en segunda línea la etapa del cuerpo en descomposición, que llega con la muerte inevitable de la víctima, para repartirse las sobras. Algunos órganos internos hacen esfuerzos para mantener con vida el cuerpo, pero la pereza mental y física de los que se rinden dóciles ante semejantes descuartizadores, astutos maleantes, disfrazados de curanderos políticos, les hace muy pesada la carga.

La única salvación de Venezuela depende Planes y de sus hijos más capaces y honestos para ejecutarlos.

Desplazar a los curanderos disfrazados de políticos y aplicar un tratamiento médico que ha sido usado exitosamente en otros países, víctimas de salvajes agresiones similares, es la salvación del país. Venezuela esta herida de muerte, su salvación depende de que juntos tomemos la decisión de no seguir apoyando el bandidaje de corruptos inescrupulosos atrincherados en cargos públicos y sus cómplices mimetizados en diferentes áreas del sector privado.

A Venezuela debemos darle el tratamiento médico que ha salvado a otros países atacados por los mismos maleantes. Ese tratamiento médico amargo pero que cura, está representado en el trabajo conjunto entre el sector público y privado, basado en planes de desarrollo con objetivos claramente establecidos de común acuerdo, que es lo único que puede producir buenos resultados; donde se rinda cuenta de los recursos invertidos. Ese tratamiento tiene más de 100 dando buenos resultados en el mundo y fue expuesto, cual récipe medico, con el titulo de Sistema y Régimen Socioeconómico de la República en el artículo 299 de la Constitución Nacional, por venezolanos que actuaron en la última Asamblea Constituyente. Este récipe que contiene el tratamiento médico para salvar el país, ha sido ignorado descaradamente por los curanderos disfrazados de políticos.

No todos los venezolanos somos criminales corruptos, ni mediocres.

Es un hecho real, que Venezuela es percibido como el país donde se cometen más actos de corrupción y que tiene la mayor cantidad de corruptos per cápita del mundo, sin embargo, otra cosa también es cierta, no todos somos criminales corruptos, ni mediocres sinvergüenzas; y si queremos salvar el país, es un grave error, permitir que los verdaderos criminales corruptos o sus cómplices, nos cataloguen a todos como corruptos. Esa ha sido y sigue siendo una estrategia de las cúpulas criminales para hacer creer que todos participamos del robo de los dineros públicos, con el propósito de desmoralizar a toda la sociedad. Saben que si desmoralizan a la sociedad será más difícil que sean sometidos a la justicia. Por eso tienen que crear una sociedad de cómplices, robar y dejar robar en todos los niveles posibles. Afortunadamente no han podido ni podrán prostituirnos a todos. Dicen que cada hombre tiene su precio, pero los hechos dicen que no ha habido ni habrá cantidad posible para comprar un buen ciudadano cuando se trata de salvar su país.

Si usted es un buen ciudadano, y decidió quedarse a defender el país, únase a nuestra fundación Propuesta País, apoye las actividades de difusión de sus mensajes. Porque lograremos salvar al país, solo cuando la mayoría de los venezolanos sepan, que solo con planes de desarrollo elaborados conjuntamente entre el sector público y privado, trabajaremos productiva y honestamente, y alcanzaremos los grandes objetivos de la República. Elevar el índice de desarrollo humano, una vida digna y provechosa para la comunidad y una justa distribución de las riquezas, mediante la creación de nuevos empleos, agregando valor a los productos nacionales, elevando el nivel de vida de la población y logrando la soberanía económica de Venezuela.  

Fundación Propuesta País  www.propuestapais.org

Néstor Rincón   @Nestorrinconf

Presidente