Padre Ugalde: La palabra diálogo se ha desvirtuado porque se ha utilizado para engañar y distraer

Padre Ugalde: La palabra diálogo se ha desvirtuado porque se ha utilizado para engañar y distraer

Luis-Ugalde

En opinión del padre Luis Ugalde, el diálogo y la reconciliación entre los venezolanos son dos elementos fundamentales que se requieren para la solución a la grave situación que se vive en el país.

“No hay otro camino. Es una lástima que algunos en Venezuela hasta han contaminado la palabra diálogo, de tal manera que parece una mala palabra, y eso no puede ser. El diálogo y la reconciliación son fundamentales. Eso es lo que ha ocurrido en países donde ha habido guerras tremendas, como en El Salvador o en Vietnam”, dijo el sacerdote jesuita al ser entrevistado en el programa La Fuerza es la Unión, que conduce el periodista Jesús Chuo Torrealba.





“Tampoco hay que reducir el diálogo a una comisión de uno y otro bando. No. También debe haber diálogo con mi vecino, en mi comunidad, para ver cómo aliviamos un poco estas carencias que estamos viviendo todos”, añadió.

Reconoció, no obstante, que los diálogos son útiles cuando llegan a conclusiones sobre lo que hay que hacer para resolver los problemas, cosa que no ha ocurrido en Venezuela. “La palabra diálogo se ha desvirtuado porque se ha utilizado para engañar, para distraer”, señaló.

De nada vale “ponernos a hablar para que pase el tiempo y que no hayan elecciones de gobernadores”, indicó a manera de ejemplo. “Se habló mucho, pero eso no es diálogo para resolver”, acotó.

Al referirse a la reconciliación, comentó que Venezuela ha sido muy dividida porque el gobierno “ha instaurado que todo el que piense distinto es porque está siguiendo órdenes del ‘imperio’, y eso ha llevado a divisiones a veces muy trágicas, incluso en el seno de las familias”.

“El venezolano quiere reconciliarse, el venezolano sabe que no tenemos solución a estos problemas tan graves si no nos unimos, y esa unión significa perdonar agravios y olvidar cosas. No significa impunidad. El que ha sido delincuente, pues tendrá que ir a los tribunales, y si es culpable lo tendrán que condenar”, indicó.

“Pero la inmensa mayoría de simpatizantes de uno y otro bando no tienen delitos. Simplemente tenían una esperanza de que esto iba a mejorar y por eso apoyaron a un movimiento u otro”, aseguró.

“Hoy la gente esté sufriendo tremendamente”, prosiguió Ugalde, quien ha constatado el deterioro en la calidad de vida que vienen sufriendo los venezolanos en sectores como La Pradera, en lo alto de la parroquia La Vega, al oeste de Caracas, donde cada domingo oficia la misa.

Contó que los habitantes de ese barrio deben caminar cada día dos o tres kilómetros hasta encontrar un transporte que los pueda sacar de allí para ir a sus trabajos o a hacer sus diligencias, debido a que las camionetas que ofrecían el servicio dejaron de hacerlo porque los delincuentes les pedían “vacuna” a los conductores. “Desde el transporte hasta la comida la gente está sufriendo mucho”, insistió.

Unidad por la salvación del país

En ese sentido señaló que la gente debe denunciar públicamente estos problemas a través de acciones de calle o manifestaciones. “Al hacerlo visible, vamos a encontrarnos unos con otros para decir que hace falta más vigilancia o que no llega el transporte, de manera que todo el país lo vea”.

“Calle significa manifestar y expresar de diversas maneras ese malestar, de forma que se haga tan evidente que nosotros mismos nos veamos y nos vayamos reuniendo para las soluciones, que hay que construir, y que requieren trabajo y acuerdos”, indicó.

“Calle no significa hacer todos los días manifestaciones multitudinarias. Calle significa exigir, significa no callar y hacerlo junto a otros, cada uno en el área en la cual está sufriendo una violación a sus derechos”, añadió.

Ugalde subrayó que la gente no quiere violencia porque está consciente de que arriesga su vida y se expone a la represión del gobierno.

Asimismo, refirió que la situación que está sufriendo la gente es tan dura que tal vez ha exigido más de lo que la dirigencia opositora puede hacer para resolverla.

“No es mi labor dar directrices, pero para mí es muy claro que cuando una casa está ardiendo, aunque los vecinos a lo mejor no se hablaban mucho o no eran muy amigos, nadie acepta que empiecen a discutir quién tiene que hacer qué, o cómo se van a organizar, sino que lo que dice es ‘mire, déjese de discutir y pongámonos en fila, saquemos los tobos y echemos agua para apagar el fuego’. Entonces hay una única acción en la cual hay que unirse y es la salvación nacional”, dijo a manera de recomendación a la dirigencia opositora.

“La casa está ardiendo y no se debe emprender la acción dentro de dos días sino que tiene que ser ya, y tienen que ponerse de acuerdo todos, de manera que desde la fuente del agua esté la cadena de los tobos y alguien le esté echando agua al fuego para apagarlo”, apuntó.

Ante esta situación “lamentablemente no se ha logrado que el país oiga una voz y una línea de acción. Es verdad que es difícil, es verdad que el gobierno tiene múltiples maniobras y múltiples posibilidades, pero la otra gran verdad es que el 90 por ciento (de la población) quiere cambio. De allí que haya esa exigencia. En lo fundamental tenemos que estar de acuerdo”.

“La gente quiere sentir que los políticos están más cerca en el día a día y en el sufrimiento de ellos”, concluyó.

Nota de prensa