Las maniobras indolentes de este asqueante régimen nos tienen arrinconados a la miseria, al hambre y a la delincuencia desmedida, han ajustado a su conveniencia, como si se tratase de un guante, las instituciones más poderosas del Estado para actuar según sus más bajos requerimientos. Por eso existen buenos venezolanos que amantes de nuestra nacionalidad, jamás han silenciado su voz, por encima de las amenazas con valentía y amor por Venezuela, ¡eso es lo que ha sobrado siempre! Una muestra fiel de ello, recae en Antonio Ledezma, figura política de interesante e ineludible trayectoria en nuestra historia, quien con rigor habló claro y raspao desde Miraflores, él advirtió muchas veces y sin cansancio el talante atroz del uso inconsciente de los recursos del Estado, esa virtuosa visión le permitió junto a María Corina Machado y Leopoldo López, fungir desgraciadamente como una suerte de advenedizo que aludió sin mayores adornos la lamentable caída que hoy viven los venezolanos quienes penosamente cargan sobre sus hombros la crisis actual.
El 19 de febrero del año 2015, por dirigirse al país con la propiedad de la honestidad, un valor que Nicolás Maduro desconoce, Antonio Ledezma, Alcalde reelecto por el Área Metropolitana de Caracas, resultó injustamente privado de su libertad sin cometer delito alguno, no hay evidencia, palabras más, palabras menos, no hay crimen sin pruebas. Ese día en horas de la tarde, Venezuela, y más allá de nuestras latitudes fueron testigos de cómo las fuerzas de presunta seguridad en nuestro país, violentaron las oficinas del burgomaestre capitalino, quien esperando lo incierto, seguramente pensando asertivamente que sus reiterativas denuncias le producían un fuerte resquemor a la dictadura, que hoy en cualquier escenario posible nos ha abandonado a la buena de Dios, siempre supo que hacia lo correcto, luchar, trabajar por los venezolanos. Por eso está preso Antonio Ledezma, está preso porque le duele este país, está preso porque como hombre formado y lustrado en política, conoce lo que es proceder con verdadero servicio, con trabajo del bueno para quienes necesitan de ese ciudadano que enfrenta cargos que requieren compromiso social.
Ese 19 de febrero, muy alejado de cualquier cobardía o artimaña para escapar de lo que se avecinaba, Ledezma enfrentó y sigue enfrentando sin chistar su realidad tras las sombras y aun así, este régimen no puede aludir que él, demócrata a carta cabal, ha vendido sus ideales, su libertad jamás estará sujeta a condiciones que solo beneficien a un grupo, su libertad tiene el mismo valor que la de toda una nación adolorida, una nación que en su máxima expresión pide libertad para todos por igual.
Antonio Ledezma ha señalado con voz fuerte sus opiniones, bien sea que estén dirigidas a los errores cometidos por la Unidad en busca de una salida gubernamental por la vía democrática, o señalando una vez más los grandes desaciertos del régimen comandando por un hombre que dista en demasía de lo que es ser un Jefe de Estado.
Este 19 de febrero de 2017 se cumplieron dos años de injusta detención, luego de haber pasado por atropellos judiciales que sin duda empañaron su debido proceso, Ledezma está convencido que lo primero es Venezuela y que por añadidura vendrá todo lo demás, que no se equivoquen en Miraflores y sus alrededores, tras dos años de encierro él está más lúcido y fuerte que nunca, su norte sigue siendo único, la libertad de los venezolanos por encima de la suya.
Ha sido imprescindible el apoyo que le ha brindado su familia, su esposa Mitzy Capriles de Ledezma y sus hijos, quienes además les ha tocado recorrer fuera de nuestras fronteras para dar a conocer las injusticias y las arbitrariedades que ha sufrido nuestro líder de Alianza Bravo Pueblo por parte de un régimen que lo único que le importa es mantenerse en el poder llevándose por delante la Constitución y las leyes de la República.
Una muestra clara y contundente de que para Antonio Ledezma lo primero es Venezuela, fue el tweet que envió a través de su cuenta @alcaldeledezma el 1 de noviembre de 2016.
“Realizar el Referendo Revocatorio en 2016, el derecho a protestar por Venezuela y el juicio político a los responsables de esta crisis, valen más que mi libertad”.