“La La Land” o cómo ganar un Óscar antes de la gala

“La La Land” o cómo ganar un Óscar antes de la gala

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El peso de los premios de los sindicatos no solo sirve para calentar motores de cara a los Oscars, también es un baremo bastante fiable para medir cómo llegan las películas a la ceremonia del cine por excelencia. Triunfar en el circuito de premios no siempre implica llevarse a casa la estatuilla, no olvidemos cuántos actores han completado la carrera perfecta y han terminado eclipsados por una opción más academicista. Sin embargo, los gremios sí suelen certificar los ganadores con bastante certeza. Y, aunque obviamente también fallan, son un oráculo bastante fiable para asegurarse, al menos, una victoria en las quinielas. Así lo reseña abc.es

Una de las carreras por el Oscar más impredecibles sucedió el año pasado, cuando «El renacido», con Leonardo DiCaprio, la crisis económica desde Wall Street con «La gran apuesta» y Michael Keaton y su equipo del «Boston Globe» descubriendo una trama de pedofilia en el seno de la Iglesia con «Spotlight» daban emoción a la contienda. Las tres llegaban a la gala de los Oscars en tablas. La primera obtuvo el premio del sindicato de directores (DGA), colocando al mexicano Alejandro González Iñárritu como cabeza de serie para llevarse la estatuilla. El gremio de productores (PGA) se inclinó, para gran sorpresa de muchos, por la película de Adam McKay y el de los actores, la rama más numerosa de la Academia, lo hizo por «Spotlight», a la que premiaron con el galardón al mejor reparto (SAG). En 2016 todo parecía en el aire.





Y el día de la gala, para compensar, los premios estuvieron repartidos. «Spotlight», por la que había apostado el gremio de intérpretes, ganó en mejor película, mientras que Iñárritu se impuso en mejor dirección. «La gran apuesta» se conformó con mejor guión adaptado. Imponerse a lo grande como antaño ya no es habitual. En los últimos 22 años, de hecho, hubo siete ganadoras a mejor dirección que no lograron el premio en la categoría reina. Realizadores como Paul Haggis («Crash»), Ridley Scott («Gladiador») o Ben Affleck («Argo») se impusieron en mejor película pero perdieron el Oscar a mejor director. Pero este año la carrera parece mucho más predecible, y los premios de los sindicatos no hacen más que ratificar la ganadora más segura: «La La Land» se ha impuesto. Este año los gremios han unificado su apuesta, reforzando las opciones de Oscar de la película de Chazelle, dueña del triplete de los tres premios de los sindicatos más importantes.

Soñar para huir de Trump

La única vez que el DGA se equivocó en la última década fue precisamente cuando se decantó por el nuevo Batman, que ni siquiera obtuvo la nominación en los Oscars. Este año, Damien Chazelle se llevó el galardón, llegando al último asalto en unas condiciones inmejorables. El currículum impecable del DGA es similar a la trayectoria del sindicato de productores, que desde finales de la década de los 80 tan solo no ha coincidido con la gran ganadora de la noche en nueve ocasiones.

El premio de los productores es el único cuyo procedimiento de votación es igual al que se aplica en la Academia. Desde que se instauró el sistema de voto preferencial en 2009, todas las películas por las que se decantó este gremio ganaron posteriormente la estatuilla. Todas, excepto «Gravity», que compartió el galardón en un histórico empate con «12 años de esclavitud» en 2013, y «La gran apuesta» el año pasado, una decisión mucho más arriesgada con pocas opciones reales de llevarse el galardón en los premios de la Academia. El SAG o, lo que es lo mismo, la apuesta de los actores, coincide un poco menos, no en vano ya hay una categoría específica para premiar la actuación de los intérpretes y un gran o visible reparto no siempre implica una película reseñable. Desde 1995, han sido once ocasiones en las que no coincidieron con los Oscars. La última, hace tres años, cuando «La gran estafa» se impuso en el SAG pero vio como en la gala se le escapaban las once estatuillas a las que optaba. Este año, a pesar de que ha sido «Figuras ocultas» la ganadora del premio al mejor reparto en el sindicato de actores, la mención a Emma Stone como mejor actriz reivindica la presencia de «La La Land» también en este gremio.

Pero este año los gremios han unificado su apuesta, reforzando las opciones de Oscar de la película de Chazelle, dueña del triplete de los tres premios de los sindicatos más importantes.

«La La Land» no solo se ha impuesto en el PGA, también ha conseguido el premio para su director en el DGA y para su actriz protagonista en los del sindicato de actores. Con el hype inicial, era de esperar muchos aupasen una cinta tan complaciente y visualmente atractiva. Pese a las críticas que por ello se le hacen, muchos han visto en el filme de Chazelle una oportunidad para huir el oscurantismo de la era Trump. Además, es un homenaje al cine, y Hollywood ha demostrado en varias ocasiones lo vanidoso que es. ¿Podrá resistirse la Academia a una retrospectiva en Cinemascope, una oda al oficio en un paseo por Los Ángeles? Difícilmente. Si bien es cierto que esa corriente que ensalzó la película se contrarrestó con una ola de escepticismo de los que pensaban que el filme de Damien Chazelle no es para tanto, ahora, con las aguas más calmadas y a menos de una semana para que se celebren los Oscar, todo apunta a la película como la favorita a todo. Y los premios de los gremios no han hecho sino sentenciar la carrera en una dirección. ¿Próxima parada? La ciudad de las estrellas.