El reto de ser padres en una Venezuela convulsionada

El reto de ser padres en una Venezuela convulsionada

embarazo

“Es una bendición”, se repite a diario Marielis Carrero sobre la noticia que estremeció su hogar cuando el doctor le dijo que tenía 12 semanas de embarazo. Y es que la llegada de un hijo representa felicidad para la familia; pero en los tiempos de escasez y especulación que atraviesa Venezuela, se ha convertido en un verdadero reto para los padres, reseña La Nación.

Una de las múltiples preocupaciones está relacionada con los gastos para cubrir sus necesidades. Y es que los egresos se acumulan por todos lados: Consultas médicas, ecografías, ginecólogos, parto, mobiliario (cuna, moisés, coche, corral, bañera, portabebés, silla para el auto, silla para comer, andadera, etc.), ropa, pañales, alimentos, medicinas, guardería; por hacer una rápida lista.





Los padres van contra el tiempo y la inflación. “Apenas nos dieron la noticia, mi esposo y yo corrimos a comprar las cosas. Lo que se podía, obvio, porque con todo tan caro había que priorizar qué comprar primero y que dejar para después. Pero que no pasará mucho tiempo porque los precios de hoy no eran los de mañana”, agregó Carrero.

Y es que la experiencia de tener un hijo en Venezuela ha cambiado drásticamente. Ya los padres no pueden escoger que comprar, comparar precios y calidad, ni mucho menos esperar. “Hay que comprar las cosas de una, porque después están muy caras o no se consiguen”, comentó Javier Padilla, quien se sorprende de las diferencias entre hoy y cuando fue padre por primera vez hace cinco años.

“Cuando nació mi hija en 2012 se nos acababa un paquete de pañales y salíamos al mercado a comprar sin ningún problema. Hoy, tenemos que empezar a comprar desde que nos enteramos del embarazo e incluso repagar el precio de algunos artículos, porque intentar obtener fórmulas y pañales por el canal regular para cancelar al precio justo es una odisea que agota a cualquiera”, añadió.

En efecto, el viacrucis de los padres se refleja en un estudio de Datanalisis de mayo de 2016, cuyas estadísticas confirman la angustia del futuro papá: 77,6 % de los venezolanos no consigue o halla poco de lo que busca; mientras que 89,7 % debe realizar colas siempre o casi siempre cuando va a comprar. Además de una tasa estimada de inflación entre 800 y 900 %.

Gastos triplicados…

Un niño recién nacido requiere alrededor de 10 a 12 pañales por día, de manera que solo para el primer mes necesitará entre 300 y 360 pañales. Cuando crezca hasta la talla P, precisará menos cambios diarios, entre 7 a 8 pañales, lo que sumado a lo anterior representa 500 pañales. Las siguientes etapas tienen requerimientos similares, hasta que el bebé alcance la última fase de crecimiento y los padres puedan respirar.

Yulieth Suárez, madre de una pequeña de tres años, fue sorprendida con su embarazo múltiple. Sus trillizas no fueron planificadas, ya que usaba como método anticonceptivo pastillas. Sin embargo, el cambio de las mismas le generó un descontrol hormonal. Ella sabe de cifras pero triplicadas, ya que sus recién nacidas gastan entre 150 y 160 pañales a la semana, y un pote de fórmula de 400 gramos les dura día y medio.

“Les doy pecho pero también tetero, se toman tres onzas cada dos horas y media. Un pote de 400 gramos dura día y medio, y gasto casi dos paquetes de pañales de 20 unidades por día. Como no se consiguen pañales ni leche nos toca comprarlas revendidas. La fórmula de 400 gramos, le doy cualquiera de 0 a 6 meses, nos cuesta 19.000 bolívares, y el paquete de pañales Bs. 20.000”, dijo.

Y es que en un país en el que la tasa inflacionaria desgasta el salario, sea mínimo o por encima de este, siempre habrá individuos que se beneficien de esa situación. Muchas personas no tienen el tiempo de hacer colas, algunos no alcanzan a comprar los productos regulados por la poca oferta, por tanto hay personas que recurren a los “bachaqueros”.

Actualmente, la fórmula pediátrica tiene un valor en el mercado de 5.000 bolívares, y las especializadas (soya, hipoalergénica) por encima de los Bs. 7.000. Pero el factor desabastecimiento juega un rol importante, ya que los revendedores piden hasta 25.000 bolívares por la presentación de 400 gramos.

En el caso de los pañales que tienen un precio regulado que oscila entre Bs. 600 y 900, dependiendo de la cantidad y el tamaño, se consigue en el mercado negro hasta en 25.000 bolívares.