¡Lo que hay es hambre pareja!, por Ismael García

¡Lo que hay es hambre pareja!, por Ismael García

thumbnailismaelgarciaLos venezolanos hemos sido testigos de excepción de que la vía populista e impropia de las expropiaciones de tierras y empresas productivas, lo que ha traído al país es una crisis humanitaria única en la historia contemporánea de Venezuela, y lo que ha producido es hambre y miseria a su paso para toda la población.

Este es un gobierno que acabó con el aparato productivo del país en el campo y la ciudad. Más de 2 millones 400 mil hectáreas fueron expropiadas, y hoy esas tierras son monte y culebra. Más de 3 mil empresas fueron confiscadas y muchas de ellas obligadas a bajar sus santa marías por la presión burocrática y gubernamental en contra de los empresarios de este país, a quienes la revolución desde el primer día les declaró una guerra a muerte.

Empresas como Monaca, Agroisleña, Lácteos Los Andes, Café Fama de América, los centrales azucareros Venezuela y Ureña; Sardinas La Gaviota, Proarepa, Venearroz, Cemex y Sidetur, entre otras, fueron confiscadas por el gobierno nacional, con la excusa de una guerra económica y de una baja producción a propósito. Asimismo, hicieron una oferta engañosa a los venezolanos de triplicar su producción al servicio del pueblo.





Pues hoy con mucho pesar vemos como las empresas agroalimentarias expropiadas son monumentos a la desidia, y las que no quebraron, su producción está muy por debajo de la demanda habitacional. Por ejemplo, en materia de los centrales azucareros, aquí se producían 1 millón 200 mil toneladas, de las cuales se consumían 800 mil toneladas de azúcar y el resto se importaba. Ahora este año sólo se van a producir 200 mil toneladas, gracias a la corrupción, de la revolución sólo hay dos centrales azucareros en funcionamiento y los 17 restantes están abandonados después que se chuparon todo el dinero para convertirlos en supuesta potencia.

La misma suerte la han corrido las empresas agroalimentarias, y cómo pueden pretender que con un saqueo tan grande hecho en contra de los sectores productivos, no vamos a tener hambre y miseria en nuestro país. Han sido tan descarados que hicieron del tema alimenticio el gran negocio para los jerarcas de la revolución. Ni siquiera han podido decirle al país, a dónde fueron a parar los 27 Mil Millones de Dólares, que durante los años 2013 y 2015 se dilapidaron para la supuesta importación de alimentos en un 60% y otros insumos como las medicinas.

Hoy no tenemos ni comida ni medicinas, aquí lo que impera es el hambre de un pueblo arrinconado por una cúpula militar cívico, que hizo del tema de la importación de alimentos el gran negocio, y ahora han querido enmendar el capote con los CLAP que no es otra cosa que una forma de administrar y controlar la alimentación del pueblo; o de los carnets de la patria como medida de chantaje para suministrar una miseria de alimentos, por cierto importados o provenientes de las empresas venezolanas perseguidas por este nefasto gobierno, porque la revolución es sinónimo de producción cero, y hoy vivimos las consecuencias de estas medidas que sirvieron de pase de factura del resentimiento hacía los empresarios y productores de nuestro país.

Ahora no conformes con la desgracia causada al país, pretenden expropiar las panaderías como una excusa para confiscarlas y ponerlas al servicio de la inoperancia y la quiebra. No obstante, con esto no van a parar el hambre y la desesperación de un pueblo al que le arrebataron la arepa de sus mesas y ahora pretenden hacerlo con el pan.

El gobierno expropia y el hambre aprieta, porque el tema es de producción de alimentos, y de un cese a la corrupción extrema en materia alimenticia que nos condujeron a una crisis humanitaria, donde el 82% de la población no tiene qué comer y donde cada día más venezolanos se desvanecen por la falta de una alimentación sana y balanceada

Ismael García

Diputado a la Asamblea Nacional

Unidad Democrática Aragua

@ismaelprogreso