Sobre el asesinato de los sargentos… por Domingo Alberto Rangel

Sobre el asesinato de los sargentos… por Domingo Alberto Rangel

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Hace años durante una inspección rutinaria en una obra cercana al Boulevard de Sabana Grande, en Caracas, repentinamente me vi separando 2 menores de edad en situación de calle, que peleaban.

El más grande yacía en el suelo mientras el pequeño lo golpeaba furioso. De puro metiche, levanté por la espalda al agresor y permití que el golpeado emprendiera la huida. No me alargo pero si comento que el niño pequeño me intentó cortar con un cuchillo de mesa. Que no se lo permití, que le quité el arma cortante al “niño de la patria” y tuve que darle un golpe porque cual fiera acorralada daba patadas, intentó morderme y arañarme. Finalmente al verlo llorar el niño me conmovió cuando pidió su “instrumento de defensa”, y, nativo del signo de la Libra, le tiré el cuchillo al otro lado de la calle, para que menos acongojado se largara, antes de afrontar a mis compañeros de trabajo que criticaban el gesto de devolverle al niño su cuchillo… “ustedes me dejaron solo con la fiera y ahora quieren que les haga caso, vayan al carajo” les dije molesto.
Ese hecho me recordó otro sucedido a poca distancia pero en estos días: La prensa lo tituló “Banda de niños capitaneada por una menor de 15 años asesina dos guardias nacionales”.





Un hecho de tal naturaleza en Venezuela hoy día es asunto cotidiano. No debería colmar titulares, pero eso fue lo que sucedió. ¿Por qué? No es el por qué sino el para qué lo que contesta mi pregunta: Semejante barbaridad que todos conocen porque ocurre a diario y más bien contra civiles pero frente a la cual nadie hace nada, motiva a los eternos adoradores de las cachuchas que sueñan con una chispa que “encienda las praderas”, mejor dicho los cuarteles… para solucionar todo, rápido y sin tener que involucrarse los civiles.

¡Vaya ilusos: Esas gentes piensan que un grupo humano como son los militares cuyos jefes son señalados de corrupción, narco complacencia y piratería… podrá traernos “un gobierno sano”.

No es nada nuevo lo que proponen quienes hoy azuzan los cuarteles. En 1998 Hugo Chávez ganó las elecciones con el voto de la clase media que pensaba equivocadamente que un militar “arreglaría las cosas”.

La actual Fe en el Autoritarismo de las cachuchas luce tan bobalicona como la de quienes piensan que añadiendo más socialismo, digamos interviniendo el estado hoy las panaderías y mañana a los kioskos de revistas, se van a resolver de buenas a primeras los enormes problemas que en nuestro país han creado 7 décadas de socialismo enemigo del trabajo libre y liberador de riquezas, en diversos grados.

Esos niños asesinos son hijos de un estado donde desde la Presidencia se viene alentando la gente menos cultivada a burlarse de la ley… donde se sabe que no hay pena porque el sistema de justicia es una burla sin recursos… donde los valores están equivocados y donde a pesar de tantos fracasos los directivos del gobierno y de la oposición también… en vez de proponer ceñirnos a un plan para poner orden en las calles y desatar las posibles riquezas…pasan los años de escándalo en escándalo… peleando como infantes tarados… Donde ilustres imbéciles, mujiquitas de la corrupción policial, aprovechan estos asesinatos para arremeter contra lo único que nos queda de civilizados, el COPP que la Fiscalía, policías y tribunales lo cumplen a conveniencia.
¡Y ahora cosechamos lo sembrado!