Manchados en sangre, por Luis Eduardo Martínez

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Hace ya más de 3 años compartí de cerca el inmenso dolor de una familia al caer uno de los suyos bajo balas asesinas. Fue el 17 de Febrero de 2014 cuando una marcha pacífica en la urbanización Prebo de Valencia fue atacada por colectivos y junto con numerosos heridos, Génesis Cristina Carmona Tovar, estudiante de UNITEC, lo fué mortalmente.





Velamos toda la noche en la clínica Aguerrevere y durante horas nos aferramos a la oración rogando a Dios salvase su vida. A media mañana del 18, se abrieron las puertas de la unidad de cuidados intensivos para que uno de los médicos informase: “Lamentablemente Génesis murió”.

Cuando al día siguiente la enterramos, en una ciudad sitiada, juré junto a su ataúd cubierto con la bandera tricolor, la gorra que orgullosa portaba y el peluche que desde niña cuidaba de sus sueños, que no descansaría hasta que en Venezuela nadie más entregase su existencia por las convicciones que defendía, hasta que democracia plena y libertad fuesen constante.

He cumplido con mi juramento. Cada día con mayor entusiasmo me empeño para que Venezuela sea otra y junto con la solución de los muchos problemas que padece el pueblo, luchamos porque el respeto a los derechos humanos sea el sino. Ni muertos, ni heridos, ni presos, ni desterrados, por pensar diferente, pueden existir en el mañana que construimos.

44 fueron las víctimas fatales en las jornadas de protesta de Febrero-Marzo de 2014, la mayoría tan jóvenes como Génesis; 6 suman en los días recientes entre ellas Daniel Queliz, estudiante de Derecho de la Universidad Arturo Michelena de 19 años de edad y Brayan Principal de solo 14 años residenciado en Barquisimeto.

Por si fuese poco los caídos en la represión, son decenas de miles los muertos por causa de la delincuencia sin control durante estos casi 20 años del chavismo-madurismo, son miles los que han fallecido por falta de medicamentos o de atención oportuna, empiezan a contarse por decenas los que perecen por causas asociadas al hambre y la desnutrición, todos responsabilidad por acción y/o inacción de quienes hoy mal gobiernan a Venezuela.

Thomas Jefferson escribió: “El árbol de la libertad debe regarse de vez en cuando con la sangre de patriotas y tiranos.”

Ya son muchos los venezolanos patriotas que han regado con su sangre el árbol de la libertad, ya es mucha la sangre que mancha a los jerarcas del oficialismo. Aún es tiempo de evitar una tragedia de proporciones inimaginables con la cual nadie ganará ni quedará indemne.

Millones estamos ahora en la calle; millones continuaremos estándolo, sin miedo, con coraje cívico, hasta que se produzca el cambio que demandamos. A la burocracia gobernante hacemos urgente llamado para que liberen los presos políticos, re-establezcan el orden constitucional, aperturen el canal humanitario y convoquen a elecciones para que democrática y pacíficamente los venezolanos decidamos el modelo y rumbo de país que merecemos.

El 19 de Abril de 1810 nació Venezuela; en este Abril de 2017, está naciendo una nueva nación.