Maduro el bailador mortuorio sobre el dolor de los venezolanos Por José Amalio Graterol Jatar @paraguanamalio

Maduro el bailador mortuorio sobre el dolor de los venezolanos Por José Amalio Graterol Jatar @paraguanamalio

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Maduro a cada instante da muestras de padecer de una  incapacidad total para percatarse de lo que está aconteciendo. Ante la muerte provocada por sus hordas contra quienes protestan con razón, el abandono de la salud, el hambre de la gente, solo por destacar algunas fases del descontrol que padece,  se le ocurre seguir con su espectáculo, suelta sonoras carcajadas y  baila, con su compañera de vida, la  llanada primera combatiente quien solo resulta ser la primera danzante. Para el público se disfraza de médico poniéndose una bata blanca, gritando que la salud está atendida en un 100% y  simula un acto médico con su mujer y dice ser el doctor amor

.Mientras la gente padece su atroz gestión, los niños mueren desnutridos, los enfermos sin medicinas y todos padeciendo su  inefable gestión. El disfruta la lujuria del poder, sólo le interesa la aprobación de sus acólitos y la del macabro tirano de Cuba, personaje que mientras más pueda extraer de las riquezas de Venezuela más lo  aplaudirá.





En su desenfadado ritual sombrío sobre el sufrimiento y la muerte de los venezolanos hay un hecho que lo retrata de cuerpo entero: en el mes de diciembre en una de sus acostumbradas bravatas en cadena, decidió sacar de circulación los billetes de cien en TRES DIAS y ahora la vida de los billetes  la ha prorrogado por cinco meses más, inconsciente juguetón, pueril y tétrico. No tiene idea de lo que es la moneda en la economía de una nación. Disfruta el aplauso de su mentor cubano, cuyo objetivo es chupar hasta la última gota de sangre de los venezolanos y nuestra riqueza..

Maduro reacciona en forma diametralmente opuesta a su condición de Jefe de Estado, así anuncia la muerte de conciudadanos y sale a bailar con su mujer, como si fuera apreciable su condición de bailarín.

No acierta ningún movimiento y su único objetivo es mantenerse en el poder, su  escasa cultura lo lleva a realizar largas peroratas salpicadas de comentario que reflejan su ignorancia y falta de buen juicio, de manera que ante un incidente como el del ciudadano que desnudo protestó contra la represión biblia en mano, solo tuvo como respuesta burlarse del miembro viril de la persona y hacer un chiste sobre la caída de un jabón. Incapaz de conocer antecedentes y de respetar la dignidad de los seres humanos, ignora por ejemplo que el mayo francés de 1968 que cambio definitivamente la política en ese país, se inicio con una protesta encabezada por el conocido como Daniel El Rojo que arranco con estudiantes desnudándose y que el político colombiano  Antanas Moukus, por quien el ha confesado admiración inicio su carrera política desnudándose en la Universidad ¡No! El no discute ideas, se refiere al pene del desnudo y se imagina que los perdigonazos arrojados sobre el protestante fueron merecidos por haber mostrado un miembro viril pequeño. No podemos imaginar los venezolanos ¿Cuál será la apreciación artística de Maduro sobre el David de Miguel Angel?.

Su sindéresis para conducir el momento político es nula, solo sigue hablando de patria y felicidad, sin darse cuenta que si le promete el paraíso a los jóvenes estos lo rechazan porque lo tomaran por asalto, con sus propias manos e ideas libertarias.

La suerte está echada, no hay vuelta atrás, mientras Maduro se confiesa obrero e hijo de Chávez, el pueblo clama por comida, agua, seguridad, medicinas, educación y  en definitiva  progreso en el siglo 21, para él, quien no acepte la “felicidad” de Maduro será arrollado por las ballenas y las balas.

Será conocido Maduro en la historia como el bailarín de los velorios, su obsesión guerrera lo hace iniciar batallas, todo lo contrario del Quijote que se batió en su locura con los molinos de viento,  Maduro se bate contra el pueblo, con la notoriedad de que hay muertos! Y baila  feliz sobre el dolor de los venezolanos, por eso será recordado como el bailador mortuorio.