Domingo Alberto Rangel: Dudamel…

Domingo Alberto Rangel: Dudamel…

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Desde que la polarización llegó es difícil encontrar buenas letras en las páginas de opinión venezolanas: Sin embargo a veces aparece un escrito bien razonado, lejano de la crónica fácil, con la que escribanos de uno y otro bando glosan las andanzas semanales de sus héroes politiqueros, cuando no maldicen por penúltima vez al adversario.

Sin embargo en El Universal, diario como se sabe plegado al gobierno rojillo, desde que fue vendido en el mayor de los secretos, Antonio Pérez Esclarín intituló, su último artículo “La Era de la Posverdad”… y como vale la pena leerlo repito un trocito… “Hoy se comienza a hablar de que vivimos en la era de la posverdad, es decir, en tiempos donde la verdad ya no es prioritaria, pues se miente sin el menor pudor y se banalizan los hechos y las noticias para asegurarse la atención y los comentarios del público”…
¿A qué viene recordar que flotamos en un mar de mentiras?





Simple: A que veo en redes y medios cierto jolgorio a raíz de unas declaraciones del aclamado batuta Gustavo Dudamel… y no puedo contener las ganas de escribir algo al respecto aún a contravía de los vivas y aplausos que con su salto de talanquera se ha ganado el director de la Sinfónica Venezuela, y de otras orquestas en el extranjero.

De Gustavo me es difícil escribir porque estuvo casado con quien creció siendo la hijita de mi compañera de muchos años… y junto a él y su familia pasé un 31 de diciembre en cercanía. Son gente sencilla y de izquierdas diría un español.

También me cuesta dejar al desnudo la opinión bobalicona de tantos amigos y amigas que desde sus espacios en los medios se frotaron las manos leyendo la noticia donde se anuncia que Gustavo Dudamel se aparta del gobierno y comienza a hacer recomendaciones dirigidas “a los que vienen detrás”.

Yo también me alegré pero nunca al extremo de glosar las declaraciones del joven maestro que será excelente músico pero que en materia de economía política y menos aún de filosofía simple… debe volver al kínder, si acaso piensa dedicarse a esos menesteres.

Para situarnos, digamos que de Gustavo Dudamel se esperaba fuese el escogido para dirigir la Orquesta Simón Bolívar durante el concierto inaugural de la nueva Constitución, si acaso ese evento se llega a dar… pero no, por ahora quizás sea Iván Pérez Rossi, el elegido.

La nota de prensa o comunicado que Gustavo Dudamel dio a conocer desde Los Angeles donde dirige la Filarmónica de aquella ciudad está bien redactado, casi aséptico se diría a pesar de un pequeño detalle que no se relaciona con la maledicencia gobiernera que señala otra mano como autora del escrito: Sea Gustavo o no quien escribió su comunicado… lo cierto es que el director necesariamente tiene que estar de acuerdo con lo que el texto concluye y recomienda.

Según se entiende, leyendo el escrito, Gustavo se aleja de un gobierno que nos ha llevado a una situación, que el director, viajero ultra habitual, por razones laborales, a las ciudades donde mejor se vive en el mundo, conoce más por referencia que por sufrimiento cotidiano, define como “crisis” que nos ha empobrecido hasta niveles africanos… y la causa de esta miseria, según Gustavo Dudamel, sería que el gobierno estaría regalando armas… en vez de regalar “instrumentos musicales, pinceles o libros”…

Que Gustavo salte la talanquera está bien a pesar de que solo en febrero de este trágico 2017, hace tres meses, el gobierno de Nicolás Maduro, en vísperas de la mayor caída del nivel de vida desde la guerra Federal, le aprobó a su orquesta la bicoca de 12 144 millones de bolívares supuestamente fuertes… y que como el llamado Sistema Nacional de Orquestas seguramente protestó… en la lista de créditos adicionales aprobados por Maikel Moreno –pero que serían aprobados también por la MUD- se registraron unos 9. 000 millones más… y dado que los músicos populares, cultores y otros chavistas de cuatro y bandolina… protestaron… se ordenó un crédito adicional por 3. 237 millones más… para “compra de instrumentos musicales autóctonos” y vaya usted a saber qué es eso porque los indígenas solo tocaban guaruras…

Gustavo Dudamel mediante comunicado sugiere que ante la violencia y represión es mejor llamar a elecciones… y seguir regalando instrumentos musicales, pinceles y libros… con lo primero coincido… con lo segundo no… ¡qué desubicado está el maestro caray!

La única verdad razonable, como diría Pérez Esclarín, es que en medio de una pauperización que nos ha llevado a ser junto a Cuba y Haití los faroles rojos de la economía latinoamericana y del Caribe… lo único, si acaso que cabe regalar, no son libros o instrumentos musicales, que ha regalado el gobierno bolivariano desde que tomaron el poder… sino más bien alimentos y medicinas… pero no para los músicos del Sistema Nacional de Orquestas… sino para los más pobres del país.

Lamento que Gustavo no acabe de entender que para enderezar a nuestro país hay que acabar con la regaladera y comenzar a vivir de lo que se produce… que no entienda que un gobierno sensato está obligado a cerrar paulatinamente todo el Sistema Nacional de Orquestas donde algunos de sus más prominentes miembros viajan más que nuestra Canciller… lamento que esto no le guste a Gustavo, ahora preparándose para dirigir la toma de posesión de un quizás futuro gobierno de facto… o de jure… y menos aún que mi escrito le cause un disgusto al maestro Abreu, hace poco cumpleañero… que ya tendrá “in pectore” un suplente prometedor… para sustituir al maestro Dudamel, quien, siendo director de las orquestas filarmónicas y sinfónicas de Los Angeles, de Berlín y de Estocolmo… se puede dar el lujo de mandar al carajo a la agrupación que lo hizo famoso…