Hace un año, el asesinato de un cura en manos de yihadistas conmocionaba a Francia

Hace un año, el asesinato de un cura en manos de yihadistas conmocionaba a Francia

Imagen del funeral de l sacerdote degollado por yihadistas (Foto: lacapital.com.ar)
Imagen del funeral del sacerdote degollado por yihadistas (Foto: lacapital.com.ar)

 

Hace un año, un cura octogenario fue degollado por dos yihadistas en Francia en plena misa, un asesinato que conmocionó al país pero que impulsó varias iniciativas para reforzar el diálogo entre cristianos y musulmanes, reseñó AFP.

El 26 de julio de 2016, menos de dos semanas después de un atentado en Niza, en la Riviera francesa (86 muertos), el cura Jacques Hamel, de 85 años, fue degollado en una iglesia de Saint-Étienne-du-Rouvray, una ciudad a las afueras de Ruán (norte), frente a cinco personas.





Los asesinos, Adel Kermiche y Abdel Malik Petitjean, de 19 años, que declararon su lealtad al grupo Estado Islámico (EI), fueron abatidos por la policía.

Dos hombres se encuentran en prisión por este caso: un primo de Petitjean, de 31 años, que los investigadores piensan sabía sobre el proyecto de atentado, y un hombre de 22 del sur de Francia, que se reunió con los dos autores en Saint-Étienne-du-Rouvray.

En vísperas de las conmemoraciones por el primer aniversario de la muerte de Jacques Hamel, la comunidad cristiana y musulmana de esta ciudad de cerca de 30.000 habitantes afirma estar más unida que nunca.

“Este atentado fue probablemente cometido para enfrentar a las religiones. Pero no lo lograron. Recibimos muchísimos mensajes de apoyo por parte de musulmanes. Recibimos visitas de musulmanes de Canadá, Reino Unido y Egipto”, contó a la AFP el cura Auguste Moanda, que trabajaba con Hamel.

‘No en nombre del islam’

En la ciudad, “nuestras relaciones con los musulmanes ya eran buenas pero ahora hay una voluntad de ambas partes de ir más lejos”, afirmó Moanda.

Hamadi Lakhdhar, que trabaja en la mezquita de Saint-Étienne-du-Rouvray, estima también que este atentado “no logró” propagar “el odio”.

“Por supuesto hay personas racistas, pero son una minoría. La mayoría de personas sabe que no se puede hacer lo que hicieron en nombre del islam”, explicó.

“Hay una deseo de vivir juntos”, confirmó a la AFP el exalcalde de la ciudad y hoy diputado, Hubert Wulfranc.

Dos días después del asesinato, cerca de 3.500 personas se reunieron para rendir homenaje al padre Hamel. En las semanas posteriores a su muerte, la alcaldía recibió entre 6.000 y 7.000 cartas, poemas y obras de arte de Francia y del extranjero, según Wulfranc.

El primer domingo tras el ataque cientos de musulmanes fueron a rezar en iglesias de Francia junto a católicos, en muestra de “solidaridad”.

El miércoles, las ceremonias de conmemoración se desarrollarán en varias etapas. Por la mañana el arzobispo de Ruán dará una misa, en presencia del primer ministro y otras autoridades, bajo estrictas medidas de seguridad.

El presidente del Consejo francés del culto musulmán, Anouar Kbibech, participará también en el homenaje junto a una delegación del Consejo regional del culto musulmán, indicó a la AFP su presidente, Mohamed Karabila.

Después de la misa se inaugurará un “monumento republicano a favor de la paz, la fraternidad y la memoria” cerca de la iglesia donde murió Hamel, un cura descrito por quienes lo conocieron como un hombre “sencillo” y “discreto”.

Por la noche tendrá lugar una ceremonia en Bonsecours, una comuna vecina donde fue enterrado Hamel, quien podría ser beatificado pronto después de que el papa Francisco aceptara excepcionalmente acortar el plazo para la apertura de este proceso que normalmente se inicia después de cinco años tras el deceso.