La administración del Presidente Trump analiza una serie de opciones para sancionar al régimen de Maduro. Desde sanciones a particulares, limitar la movilidad de transacciones financieras de individuos y de entes gubernamentales hasta el petróleo. Nada sencillo medir la efectividad de tales medidas y sean una palanca para recuperar el hilo democrático del país. Sin duda la presión internacional es necesaria para lograr cambios como de hecho aunque no lo acepte la supuesta revolución ha venido sucediendo. A continuación algunos consideraciones al respecto:
1.- No me empujes que me caigo solo.
La situación de PDVSA desde el punto de vista operativo, comercial y financiero sumado a la mediocre gerencia de PDVSA, ha resultado en perdida de capacidad de producción de 1 millón de bpd desde 1999 y continua cayendo. El sistema de refinación interno colapsado y prácticamente se depende de CITGO con refinación en el exterior, PDVSA financieramente al borde del default y llena de corrupción. Las exportaciones de crudo y productos de Venezuela a los EEUU alcanzo en Octubre 1998, 2.0 millones de bpd hoy esta en el orden de 750 mil bpd. Lo cual evidencia como los primeros en “sancionar” las exportaciones a los EEUU a sido la supuesta revolución, pues el mercado de la costa del golfo es el que mejor precia y paga el crudo venezolano. Los potenciales beneficiados de la prohibición serian Canadá y México. Venezuela vería mermado su ingreso de divisas, estaría obligada a buscar destino para el crudo pesado en otros mercados. Para los EEUU el desbalance generado de crudo pesado en las refinerías del Golfo, incrementaría su precio del pesado, al menos de manera temporal y los clientes de PDVSA como es publico ya han comenzado a buscar opciones de suministro ante la eventualidad.
Con respecto a las exportaciones de combustible de los EEUU, de igual manera afectaría al mercado interno de manera temporal y Venezuela tendría que buscar otros suplidores del commodity.
2.- CITGO como queda.
El sistema de refinación de CITGO en los EEUU consta de tres refinerías, Corpus Christie en Texas (157 mil bpd), Lake Charles en Luisiana (425 mil barriles bpd) y Lemont 135 mil bpd en Illinois. De las exportaciones venezolanas a los EEUU, se puede estimar entre 250-350 mil bpd van a CITGO, el resto son exportaciones vía Chevron-Texaco y otros clientes que atiende PDVSA como Valero Refining. Si CITGO, fuese imposibilitada de procesar crudo venezolano, llamaría a un evento de fuerza mayor y hasta seria muy probable consumir crudo de la reserva federal de los EEUU, aun cuando no sea el mas apropiado para las refinerías de Luisiana y Texas de CITGO o para los clientes de petróleo pesado. Lemont, no estaría afectada pues hoy en día se abastece con crudo del Canadá. Conclusión CITGO continuaría operando. Solo imaginemos a los voceros de la revolución diciendo; ”Trump nos sanciona pero nos vende petróleo para CITGO”.
3.- Deuda y Default.
Aquellos tenedores con papeles de deuda soberana, de PDVSA o aquellos con garantías colaterales de CITGO como ROSFNET, confirmarían que la deuda venezolana consiste en bonos basura. Por lo anterior, ROSFNET busca cambiar el colateral de CITGO por otras garantías. El incumplimiento de pagos, el esperado default seria un hecho, limitando aun mas el financiamiento externo y generando una mayor crisis. El régimen justificaría el “default” por las sanciones, seguramente el mercado especulativo ya descontó parcialmente a las potenciales sanciones.
4.-Conclusión
De aplicarse sanción al petróleo exportado a los EEUU obviamente tendría consecuencias negativas para el país de inmediato, menos divisas y obligaría a PDVSA a buscar opciones. Luego CITGO continuaría operando y el default de la deuda seria otra consecuencia. La duda es si políticamente se convierte en una excusa para la supuesta revolución y auto justificarse en el desastre que tiene al país, o si logra su objetivo de ser un factor mas para recuperar la democracia.
En este sentido, una alternativa a la sanción unilateral e indiscriminada, es hacerla de manera global, la suma de los países democráticos en conjunto y escale en presión comenzando por la movilidad de la transacciones financieras del régimen. A la par las sanciones deben ser individualizadas sancionando a quienes han violado los DDHH y usan los recursos del estado para la corrupción, enriqueciéndose ilegalmente como han sido los 13 últimos sancionados, lista que entendemos ira en aumento. Sobre el petróleo siempre es una opción para ejecutar, para su mayor efectividad ningún país democrático debería hacer negocios petrolero con Venezuela.
La realidad para los venezolanos es que la mayor que tenemos es vivir en DICTADURA y nos corresponde a los ciudadanos aplicar con nuestro reclamo ciudadano recuperar la DEMOCRACIA.
@JFernandeznupa