A muchos cogió por sorpresa los pendones colgados está semana en Tocuyito donde se muestra al nuevo candidato por el municipio Libertador a la adulterada Constituyente: Saúl Ortega. El actual diputado y aspirante a la ANC, es notoriamente celebre en el Municipio Libertador por olvidarse de las problemáticas de su pueblo, por asistir a distintos foros nacionales e internacionales sin mencionar ni uno solo de los dolores de cabeza de sus electores. A duras penas fue electo, por el resquicio del voto lista, a la actual AN y ahora con la oportunidad de ser candidato sin competencia en la fraudulenta prostituyente, intentará seguir siendo quien silencie los anhelos ciudadanos.
El señor Saúl Ortega ha disfrutado las mieles del poder, gozando de una importante cobertura de medios de comunicación, tiene su propio programa de TV, pública sus columnas en importantes medios impresos y digitales, de vez en cuando es entrevistado en los principales programas nacionales de opinión, pero, lamentablemente para los vecinos de Tocuyito, ni una palabra ha salido de sus labios para denunciar el drama ambiental del vertedero a cielo abierto de “La Guasima”.
Tampoco ha recordado frente a los micrófonos a los cuales tiene acceso la gravedad de la contaminación del embalse Pao – Cachinche, que afecta la calidad del agua que consume buena parte de Carabobo y Aragua. El deterioro del transporte público, sus deficiencias y altos costos, también pasa desapercibido para Saúl Ortega. El no pudo enterarse, o no le interesó, que los trabajadores de Tocuyito ahora deban pagar Bs. 300 de pasaje y que eso sea un duro golpe para los que viven de un salario mínimo. Sobre eso, no dijo ni pío.
Otro vacío en su trayectoria parlamentaria es el darle la espalda a la cruz que soporta el pueblo de Libertador en materia de acceso a los servicios públicos. Disfrutar de gas doméstico, agua potable, servicio de recolección de basura, atención medica primaria, vacunas para los niños, cupos en las escuelas públicas y seguridad ciudadana son, en vez de derechos, un privilegio de unos pocos ante su silencio como diputado.
El municipio al cual le ha mal servido como diputado sigue siendo conocido solo por el Penal y por el antro de corrupción y vejámenes en que se ha convertido el Mercado Mayorista. Y, ahora, cara lavada y traje nuevo, reaparece Saúl Ortega como candidato a la ANC. ¿Cuáles serán sus promesas? ¿Cuáles son sus nuevas ofertas al ciudadano de Tocuyito y Campo Carabobo? ¿habrá alguien que siga confiando en él? Por eso no quieren hacer elecciones de verdad, solo las obscenamente amañadas, porque el pueblo los conoce y les dicen en la cara: “a otro perro con ese hueso”.
Julio Castellanos / [email protected] / @rockypolitica