Los expertos lograron quitar un gen esencial para que las hormigas se comunicaran, descubriendo que éste era tan esencial que provocó que hasta el cerebro de los insectos se desarrollara distinto.
La estructura de organización que poseen las hormigas siempre ha sido un tema fascinante para los científicos. Basándose en los olores – las feromonas – que emiten, una hormiga sabe cuál es su status y sus tareas a realizar, ya sea buscando comida, defendiendo a la colonia de depredadores, construyendo túneles, etcétera.
Para estudiar en profundidad cómo funciona éste sistema de organización, un equipo de investigadores de la Universidad Rockefeller creó las primeras hormigas genéticamente modificadas, alterando el gen que hace que puedan detectar las feromonas de otras para comunicarse.
Tras el experimento, los expertos vieron que esta alteración provocaba severas deficiencias en el comportamiento social de las hormigas, pues no se podían comunicar ni integrarse a la colonia. Como no podían oler a sus compañeras, tampoco seguían la fila de otras hormigas al trabajar.
Incluso, ésta modificación alteró el tamaño del cerebro de las hormigas del experimento y su capacidad de sobrevivencia.
“Era sabido que el lenguaje de las hormigas se produce a través de las feromonas, pero ahora entendemos más acerca de cómo las feromonas son percibidas“, indicó Daniela Kronauer, jefe del Laboratorio de Evolución Social y Comportamiento, en un comunicado de la U. Rockefeller. “La forma en que las hormigas interactúan es fundamentalmente diferente a como los organismos solitarios interactúan, y con estos descubrimientos sabemos un poco más acerca de la evolución que permitió a las hormigas crear sociedades estructuradas”.
La falta de estos receptores también cambió el tamaño del cerebro de estar hormigas al crecer. Esto fue un resultado sorpresivo, indican los expertos, pues no esperaban que la anatomía del cerebro cambiara. Esto sugiere que las hormigas necesitan estos receptores de feromonas para que su cerebro se desarrolle correctamente. “Esto hace ver lo crucial que es para las hormigas sentir olores, una habilidad que puede ser menos importantes para otros insectos”.
Ahora que ya lograron generar hormigas mutantes, Kronaeur tiene una lista de otros genes para explorar. “Ya que hemos sacado un gen de manera exitosa, nos gustaría ahora agregar un gen. Tenemos todo un mundo nuevo que explorar”.
Información La Tercera