Colombia, importante socio de Venezuela, ausente en acto de apoyo a Chávez


El Gobierno colombiano decidió no asistir al acto convocado hoy en Caracas por el oficialismo en solidaridad con el presidente venezolano, Hugo Chávez, pese a la estrecha relación que mantienen los dos países y a sus antagónicos sistemas políticos.Ana Gómez/EFE.

Esa relación, que data del periodo entre 1821 y 1831, cuando ambos países integraban la Gran Colombia junto a los territorios que hoy ocupan Ecuador y Panamá, tiene su máxima expresión en una frontera común de 2.219 kilómetros y una larga tradición comercial, que les convierte en vecinos y socios condenados a entenderse.

Una obligación histórica al entendimiento que se empañó en los últimos años por la ruptura de las relaciones diplomáticas que fueron restablecidas en 2010 con la llegada al poder en Colombia de Juan Manuel Santos, un pragmático que ha buscado en Chávez apoyo incluso para negociar con las FARC.





Pese al buen momento por el que atraviesan las relaciones entre Colombia y Venezuela, y aunque varios mandatarios de América Latina participan hoy en los actos de Caracas, Santos decidió no viajar a Venezuela.

El presidente colombiano se había comprometido a asistir a la toma de posesión de Chávez, pero al no poder asistir este a causa de su delicado estado de salud, Santos rehusó ir a Caracas.

Desde el Gobierno no hay respuesta oficial sobre la ausencia de Santos, que se produce después de que el líder opositor venezolano, Henrique Capriles, pidiera a varios mandatarios latinoamericanos no asistir al evento oficialista.

Para el doctor en Ciencia Política y profesor de la bogotana Universidad Javeriana, Fernando Giraldo, no hay “ningún gesto enemistoso” en la decisión de Santos, que a su juicio busca sólo “guardar prudencia sobre la aguda e incierta situación política de Venezuela”.

Giraldo descartó así en declaraciones a Efe que algún miembro del Gobierno venezolano, incluido el propio Chávez, pueda sentirse ofendido.

Desde que Santos y Chávez restauraron las relaciones rotas durante el Gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010), ambos se han referido al país vecino como un “hermano”, conscientes de que es imprescindible tener buenas relaciones pese a las divergencias ideológicas, que ubican a Chávez en el socialismo “bolivariano” y a Santos en el neoliberalismo.

Hoy las dos naciones se benefician de un acuerdo comercial que pretende recuperar el comercio bilateral hasta los 3.000 millones de dólares este año, después de que cayera desde los 7.000 en 2007.

Por mucho tiempo, Venezuela fue el gran aliado comercial de Colombia, con una inversión directa que entre 2000 y 2011 alcanzó los 20,2 millones de dólares, excluidos los hidrocarburos, que lideran tanto las importaciones como las exportaciones, según el Ministerio de Comercio colombiano.

Además tienen una fructífera cooperación en seguridad que se ha saldado con decenas de capturas de narcotraficantes y hasta guerrilleros colombianos al otro lado de la frontera.

Esta relación, sin embargo, no está en peligro, según Giraldo, y tampoco el proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que contó con la “modesta ayuda” de Chávez para sentarse a negociar, según reconoció el mismo presidente venezolano.

Incluso, Santos ha admitido que su colega venezolano ha sido “fundamental en ese acercamiento y este proceso de paz”, sin que, a juicio de la canciller, María Ángela Holguín, la ausencia de Chávez vaya a poner en riesgo el diálogo con la guerrilla porque ya logró juntar a las partes.

Pero un hipotético fallecimiento de Chávez, según el doctor en Ciencia Política Pedro Medellín, tendría “un costo relativamente alto para Colombia” por la “inestabilidad”.

“Creo que Colombia podría verse afectado sobre todo en el tema de las relaciones comerciales y políticas”, pues “sea cual fuere el sucesor (…) siempre hay cambios”, por más que Chávez fuese sustituido por un “fiel discípulo” como su vicepresidente, Nicolás Maduro, observó a Efe Medellín sobre la incertidumbre que se cierne sobre el futuro de Venezuela. EFE