Alberto Franceschi G.: Sobre ventrílocuos y alcahuetes

Quizá lo que pasa es que la humanidad que queda de él es impresentable. O por lo menos eso a lo que da pábulo el secretismo contagioso de los tiranos de Cuba.

No censuro la opción de hasta esconder su imagen real…debe ser muy doloroso para sus seguidores, pero si es eso lo que efectivamente han hecho y pretenden con ello montar la tramoya de una usurpación del PODER DE ESTADO, como la han ejecutado ya, con la complicidad manifiesta de las cúpulas de las instituciones que actúan como poderes facticos, ese ocultamiento no solo es censurable sino además repudiable e inadmisible y será la fuente de donde emane un enorme conflicto de intereses, quizá irresoluble por medios solo pacíficos.

Si el Presidente no está embalsamado, como sospechan sus detractores más desconfiados, lo único cierto es que él NO escribe, No habla y No es fotografiable, de donde deduzco que toda la escenificación de estos días, sobre la fallida juramentación del 10 de Enero fue solo un patético malabarismo político que han montado el “sucesor” y sus compinches, con la atrabiliaria “continuidad administrativa” dictaminada por el TSJ, en complicidad manifiesta con el régimen castrista y los presidentes chulos, que vinieron a respaldar la usurpación del poder, en beneficio propio y de los supuestos herederos del gran ausente y de paso llevarse su respectiva maleta de dólares.





¿Quién les habrá dicho a los ventrílocuos del enfermo terminal, que pueden permanecer en el poder de facto, salvo los seniles Castro, que aconsejan en propia agonía las “soluciones” más desesperadas para su propia situación insostenible?. Por supuesto de esa opción, también lambisquean y lametean, además de los chulos, el inefable auto-designado “jefe” supuesto de la oposición venezolana, que trata inútilmente de ser convidado al reparto del poder en la etapa del post-chavismo, aunque desde las elecciones presidenciales ultimas, se le recuerde solo como el potro brioso de arranque hípico pero de parada de burro, que ya cumplió su papel, arruinado por el mismo, y enredado en sus quimeras y pusilanimidades.

Lo que promueve nuestra oposición, con su anemia y anomia, con sus protestitas mediáticas y el rasgamiento público de sus vestiduras de dolientes de la CONSTITUCIÓN CHAVISTA, es ni más ni menos lo que alienta la soberbia adolescente de los ventrílocuos, que en serio están creyendo su propio cuento sobre que pueden manejar sin Chávez un régimen que depende solo de la calidad de vida de él, para mantenerse y que se caerá a pedazos al primer empujón si él, su único jefe y árbitro, falla como es o será ahora el caso.

Ese sacudimiento previsible en el calendario de los próximos meses, no hay necesidad ni de adelantarlo ni de provocarlo artificiosamente, porque el propio Maduro y su cogollo de herederos ineptos se encargaran de esa tarea.

Las HUELGAS GENERALES POLÍTICAS volverán por sus fueros, aunque es muy pertinente recordar, sobre todo a quienes nos llevaron a suicidios colectivos en 2002 que estas, si bien pueden anunciarse o programarse, se requiere primero que resulten INEVITABLES y urgidas por un movimiento casi espontáneo de generalización de conflictos de toda suerte.

Nicolás Maduro como presidente de facto, ya debería conocer la imposibilidad de ser ventrílocuo de alguien que no puede ya prestarle ni la voz, ni puede inducirle sus maromas, ni menos las ideas y para colmo, sobre todo, no puede traspasarle su prestigio, porque este es sencillamente indelegable, aunque si el desprestigio de cuanto acumularon sus disparates.

De todas maneras en días deberá probar la “madurez” de sus capacidades, porque tendrá pronto un vendaval de calamidades que comienzan con el derrumbe de la moneda, la escases general provocada por CADIVI y sobre todo mil conflictos laborales, de mal pagados trabajadores de una administración pública ya devastada por inepcia y por la estafa de las estatizaciones a troche y moche, a lo que se agrega el sin fin de regulaciones y permisologias castristas, que le han puesto el moño al burocratismo criollo de zanganería y de depredaciones masivas.

Cuando Maduro y Cabello “roncan” sobre su poder de movilización, apoyo internacional o con bravuconadas autoritarias contra los medios de opinión, que eran habituales y “creíbles” en Chávez, en realidad están “picando adelante” para espantar el tufillo de “vacío de poder” que atrae a toda clase de depredadores, propios y ajenos.

Basta que fatalmente no calibren bien el límite de sus potestades para desencadenar la jauría que atrae la suculenta presa del poder o bien a huida en estampida de los que sabiéndose débiles o navegando en “falsa escuadra” prefieren poner sus pies en polvorosa para salvar sus pellejos abandonando a los impostores.

Por ello es bueno aclarar, en torno a la perspectiva de las semanas y meses que vienen, que El VACIO DE PODER es la conditio sine qua non para verse abrir el boquete a la represa de insatisfacciones contenidas.

Si bien es cierto ese vacío resulta de una sensación de sismo, perceptible desde la naturaleza intima de un régimen que se derrumba por su carencia súbita de legitimidad, y que lleva a la acumulación de catastróficos errores de los usurpadores , no es menos cierto que quienes dirigen el proceso desde la oposición pueden llevarse la peor parte, si aspirando una sustitución apresurada o provocando la caída anticipada de los gobernantes desahuciados, se revelasen de una incompetencia supina, como la que vimos en Abril y Diciembre de 2002.

Las situaciones de poder dual o de crisis política aguda, muy transitorias por definición, por supuesto pueden ser superadas por quienes puedan exhibir algún poder de monopolio de violencia del “estado legal” es decir de una línea de mando militar y policial que responda a sus jefes, sobre todo si los pretendientes a la hegemonía en el poder sustituto cometen toda clase de desaguisados como ocurrió en los casos mencionados.

Mi reiterada propuesta, que ya tendrá su mejor oportunidad en los meses que vienen, es que abordemos a tiempo el tema de un necesario y urgente cambio de estrategia y de line up de actores de la oposición, porque con los actuales, salvo excepciones, creo que vamos a fracasos tras fracasos.

Carmona era un genio comparado con los líderes escogidos por encuestadoras y factores mediáticos, así que no nos lamentemos después si dejamos que nos dirijan bolsas, porque de ser así tendremos la derrota asegurada, no sé por cuanto tiempo… será, me imagino, hasta que aprendamos que detrás del lenguaje blandengue solo puede haber un ser servil.