Un mes después de matanza de Newtown, padres piden diálogo nacional en EEUU

Un mes después de matanza de Newtown, padres piden diálogo nacional en EEUU

Un mes después de la masacre de Newtown (Connecticut, noreste de Estados Unidos), donde murieron 20 niños, un grupo de padres de la escuela primaria Sandy Hook pidió el lunes una “discusión nacional” para evitar que se repita una tragedia de este tipo.

Durante una emotiva conferencia de prensa, en la que algunos mostraron la foto de su hijo muerto el 14 de diciembre, los padres pidieron un diálogo sobre “todos los temas” en el que “las opiniones más opuestas puedan ser debatidas de buena fe”, con el objetivo de que Newtown sea un “punto de inflexión”.

“No quiero tener que compartir mi experiencia y tener que consolar a otro padre la próxima vez. No quiero una próxima vez”, declaró, con lágrimas en los ojos, Nicole Hockley, la madre de Dylan, de 6 año, uno de los 20 niños muertos en el tiroteo que costó además la vida a seis adultos.

Nelba Marquez-Greene, madre de la pequeña Ana, contó cómo el 14 de diciembre “subí dos niños al autobús y solo uno volvió”.

“Es necesario hacer de esta tragedia un momento de transformación”, señaló.

Reunidos en el grupo “Promesa de Sandy Hook”, esos padres no dieron ninguna precisión o recomendación sobre los pasos a seguir en cuanto al diálogo nacional y se negaron a hablar sobre el debate actual en torno a la posesión de armas.

Pero invitaron a los millones de padres estadounidenses a comprometerse y participar en esta discusión, que busca “identificar y aplicar soluciones de sentido común” para evitar nuevas matanzas como la de Newtown.

Al evocar la responsabilidad de quienes tienen armas, Tom Bittman, uno de los confundadores del grupo, declaró que el diálogo debería tocar también el tema de la “salud mental” y de “cómo volver más seguras las escuelas”,

La responsable de las escuelas del distrito, Janet Robinson, asistió a la conferencia de prensa junto con varios miembros de los servicios de emergencia.

Todos llevaban una cinta verde y blanca, los colores de Sandy Hook.

Un mes después de la tragedia, el pequeño pueblo de Connecticut sigue luchando para salir adelante.

La mayoría de los memoriales improvisados que habían aparecido tras la matanza ya no están, aunque en la calle principal pueden verse decoraciones verdes y blancas y carteles que recuerdan a las familias el apoyo del pueblo.

El acceso a la escuela de Sandy Hook, donde murieron seis adultos y 20 niños a manos de un joven de 20 años, Adam Lanza, que había matado antes a su madre y luego se suicidó, sigue cerrado.

AFP

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