La dieta de la saliva y la sangre

Bajar los kilos que hemos estado acumulando –casi con una errónea actitud “cariñosa”– a lo largo de los años es una de las torturas más recurrentes en las mujeres. La dieta del astronauta, de la sopa, del charqui, entre otras, nos prometen la anhelada delgadez. Pero luego de unos meses de buenos resultados, la venganza de la grasa llega, y los kilos se multiplican por dos o tres.

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Es ante este panorama que la Dieta del Genotipo se nos alza como una alternativa más equilibrada, no sólo centrada en perder apresuradamente los kilos sobre la balanza. Creada por el naturópata estadounidense Peter J.D Adamo, nació como una manera de solucionar a través de la comida los problemas de salud de sus pacientes. Durante el ejercicio cotidiano de su profesión, el norteamericano evidenció que a ciertos pacientes les sentaba estupendamente la dieta vegetariana y su salud se veía beneficiada, mientras que a otros se las empeoraba drásticamente. La conclusión fue que no a todas las personas les sienta bien el mismo tipo de alimentación, por muy sana que ésta sea. La investigación posterior dio cuenta que los diferentes tipos sanguíneos asimilaban de diferentes maneras los alimentos.

Radiografía alimenticia

“Tenemos una genética que dice cómo se va a enfrentar nuestro cuerpo al ambiente. Hay personas que frente al estrés engordan, mientras otras bajan de peso. Lo que nosotros hacemos es identificar ese patrón de conducta que nos dice cómo es tu genética de base. Esta genética de base viene heredada de tus padres, pero se le añade la información que recibiste durante los 9 meses que estuviste en el útero”, explica Andrea Chicurel, bioquímica y directora del Centro Nutrición Inteligente (www.nutricioninteligente.cl). En ese sentido, si una madre sufre un embarazo complicado, que genera estrés al feto, en la edad adulta su hijo engordará con mayor facilidad que el resto.

Adamo estableció 6 tipos diferentes de individuos según el grupo sanguíneo, que son el Cazador, Recolector, Profesor, Explorador, Guerrero y Nómade. No obstante, con el fin de establecer en qué grupo de alimentación se encuentra cada persona, no sólo se realiza un examen de sangre; también se evalúa la distribución de la grasa en el cuerpo, el largo de los dedos, la forma de la mandíbula y los dientes, el largo de las piernas versus el tronco, y las huellas dactilares. También se realiza un examen que determina si se tiene un gen específico denominado Deister, que se realiza mediante la incorporación de un químico en la boca. Si la persona siente un sabor amargo lo tiene presente y es más propensa a asimilar mal ciertos alimentos. Por último se efectúa un test de saliva.

En ese sentido, es muy necesario ver si el grupo de sangre de la persona se encuentra en la saliva. “Hay casos en que por genética no producen su grupo de sangre en la saliva, y se ha visto que eso genera una desprotección frente al ambiente. Aunque no es más del 15% de la población, estos individuos tendrán problemas inmunológicos y de salud mucho más complejos que los pacientes que tiene su grupo de sangre en sus fluidos corporales”, recalca Chicurel. “La semana pasada tuvimos dos casos; una persona que tiene quistes en el riñón y que no era no secretor. Y otra con una escleroderma donde la piel, como otros órganos, se empiezan a poner duros, y que tampoco era secretor. Esa es la importancia de descubrir a tiempo esta singular característica”, añade.

Hambre = Estrés

Para entender más la raíz científica del genotipo es bueno hacer memoria histórica. Un claro ejemplo es pensar en nuestros ancestros indígenas (relacionados con los Recolectores), quienes no tenían a su disposición muchos alimentos, la variedad de los mismos era casi nula y habían días en que simplemente no se comía. Ante la adversidad, el cuerpo de ellos reaccionaba guardando muy bien las reservas de grasas. Sistema de sobrevivencia que aún sigue presente en el mapa genético de muchos chilenos, y que los lleva a engordar rápidamente si cometen excesos.

“Siempre se habla más del Recolector porque es el ejemplo más común en Chile. No obstante, de acuerdo al grupo de sangre, vemos que dentro de este perfil de alimento (los tipo A), hay personas que son más sensibles al estrés que otras. Entonces estas personas van a tener que comer más seguido y no pueden bajar los carbohidratos. Pero, por ejemplo, a diferencia de las personas tipo O, las tipo A necesitan otro tipo de alimentos, una dieta con más proteínas vegetales y proveniente de carnes blancas” señala la directora de Nutrición Inteligente.

En ese sentido, más que dejar de comer y estresar al cuerpo con prohibiciones, lo que se promueve es comer la lista de alimentos que según tu genotipo son los favorables para el organismo. Se les denomina alimentos medicinales. En cambio, si sólo se evita comer los alimentos considerados peligrosos, este régimen no tendrá resultados.

Calorías Out

Para el genotipo, el concepto de calorías por comidas esta ultra olvidado. Y es que más que andar contando el contenido energético de cada plato, nuevamente se prioriza las funciones medicinales que le otorgan ciertos alimentos al individuo. “El ser humano nunca en la vida fue gordo, y este resultado es sólo un mecanismo adaptativo frente a un estrés fuerte. Por ello, y para equilibrarnos nuevamente, utilizamos todos los alimentos medicinales que el cuerpo necesita para funcionar bien” señala Andrea Chicurel.

Es el contenido nutritivo para nuestro cuerpo lo esencial, y no el número de calorías. Así, una cucharada de mayonesa, mantequilla y aceite Omega 3 pueden tener similares calorías, pero muy distintos efectos sobre tu organismo.

Sin dolor
Quizás uno de los beneficios anexos más importantes –y que han hecho que esta dieta se mantenga en la cima– es la capacidad para acabar con ciertos problemas de salud. El dolor de cabeza, la ansiedad, el colesterol alto y la depresión van quedando atrás a medida que se hace el cambio de alimentación. “Tenemos el caso de un señor que tenía 20 jaquecas al mes, y la pura cajita de remedio le costaba $25.000. Se tomaba como 3 o 4 cajas en cada episodio, y era tan fuerte ese medicamento que a veces no se acordaba de lo que hacía. Cuando le cambiamos su alimentación, en vez de 20 jaquecas mensuales tuvo 2. De pasada ya lleva más de 10 kilos bajados”, confirma la Directora de Nutrición Inteligente. Y es que el objetivo del genotipo, más que buscar una baja de peso, es enseñar la forma particular cómo se comporta tu organismo al ingerir alimentos.