Reos de Uribana se escondieron en cloacas

(Foto Efe)

Publican listas de trasladados y heridos afuera del Centro Penitenciario de la Región Centro-Occidental. Hay dos cadáveres sin identificar. Uno supuestamente es de nacionalidad colombiana y està en el Hospital de San Felipe, Yaracuy. El otro está calcinado en el Hospital Central de Barquisimeto, informa La Verdad.

Por Karina Peraza Rodríguez / [email protected]

Lágrimas de felicidad derramaron madres, esposas y hermanas al revisar en los listados y ver que aparecían los nombres de sus seres queridos. A algunos los trasladaron para Yaracuy, Aragua y Margarita. Están vivos. Las mujeres expresaron que al ver los nombres de los suyos allí les volvió el alma al cuerpo porque no sabían de ellos desde la noche del jueves, otros que tuvieron contacto con los reos luego de la balacera.





Para muchos comenzaban a aparecer los desaparecidos, pero existen otros casos como el de Noelia Colmenárez, quien desde el pasado domingo, cuando llevó a sus hijos para que visitarán a su padre Silvio Linarez (43) no sabe nada de él, algunos compañeros que convivían con él en el área de media dicen no haberlo visto y hasta ahora no aparece en listados de traslados, ni de fallecidos ni heridos.

Escondidos como topos 

En medio de la búsqueda trascendió que los efectivos del Grupo de Respuesta Inmediata y Custodia (GRIC) del Ministerio de Servicios Penitenciarios supuestamente localizaron a internos que estaban escondidos entre huecos que habían hecho en la tierra y algunas en letrinas y cloacas.

La cifra de muertos ascendió a 63 fallecidos. Han entregado todos los cadáveres a sus seres queridos, menos un interno que continua en la morgue de San Felipe, sin identidad alguna, quienes lo conocieron manifiestan que es colombiano y la otra víctima se encuentra en el Antonio María Pineda, su cuerpo estaba totalmente calcinado.

Pronunciamiento

La Conferencia Episcopal Venezolana solicitó, mediante un comunicado, al estado venezolano una investigación de lo sucedido en Uribanay sugirieron “erradicar las mafias que hacen de las sedes del sistema penitenciario auténticos negocios de armas, drogas, secuestros y otros lucros delictivos que conducen a situaciones tan lamentables como la descontrolada violencia”.