AFP: Fin de la tregua de las FARC presiona proceso de paz de Colombia

AFP: Fin de la tregua de las FARC presiona proceso de paz de Colombia

Foto: AFP

Ataques a oleoductos, policías secuestrados y soldados muertos en combate han seguido en los días recientes al fin de la tregua unilateral de las FARC y presionan la mesa de diálogo que adelanta en La Habana esa guerrilla con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos.

Al terminar el 20 de enero una tregua unilateral que las FARC ofrecieron como gesto de buena voluntad, la guerrilla reanudó sus ataques especialmente en el sur de Colombia, donde tiene mayor presencia.

En poco más de una semana, las FARC atacaron el oleoducto Transandino, que transporta crudo desde Ecuador, secuestraron a dos policías y este mismo jueves, día en que se reanudan las conversaciones en La Habana, mataron en combate a cuatro soldados, según recuento de las autoridades.





A la vez, también este jueves, cinco guerrilleros de las FARC murieron al enfrentar a un contingente militar de la fuerza de tarea conjunta en Nudo Paramillo, una zona del noroeste de Antioquia.

Iván Márquez, jefe de la delegación guerrillera en Cuba y número dos de las FARC, confirmó la vuelta a las acciones armadas a la vez que insistió en pedir un cese el fuego bilateral, opción rechazada reiteradamente por el gobierno del presidente Juan Manuel Santos que busca mantener la presión militar para conseguir un acuerdo de fin al conflicto de casi medio siglo en Colombia.

Además, Márquez puso en duda que haya sido la guerrilla la responsable del secuestro de los policías. “No tenemos hasta ahora ningún reporte oficial en torno al hecho, si son o no son las FARC”, dijo este jueves.

Ante la intensificación de las confrontaciones, Santos se mostró prudente y afirmó que el proceso va “por buen camino”.

“Ellos (la guerrilla) no tienen capacidad militar para hacer nada diferente a actos terroristas o a privar de la libertad a colombianos bien sean civiles o en uniforme”, dijo el mandatario.

El gobierno ha decidido mantener la mesa de diálogo, pero adoptó un tono firme de cara a la nueva ronda de conversaciones que arrancó este jueves en La Habana.

“Si no quieren terminar con el conflicto, que no nos hagan perder tiempo”, dijo el delegado gubernamental Humberto de la Calle, al partir de Bogotá.

Las FARC renunciaron a la práctica del secuestro de civiles en febrero de 2012 y entregaron a los últimos 10 policías y militares que mantenían en su poder, una exigencia que Santos había hecho públicamente para considerar la posibilidad de un proceso de paz.

Sin embargo, en un comunicado, las FARC precisó que “se reserva” la opción de tomar como prisioneros a policías y militares que se rindan en combate.

“Juegos de palabras”

Sobre ese tema, Ariel Avila, experto de la Corporación Nuevo Arcoiris, que estudia el conflicto colombiano, señaló a la AFP que se trata de “un juego de palabras. Para la población colombiana, (la captura de los policías) son secuestros”.

El ministro de la Defensa, Juan Carlos Pinzón, considerado como del ala dura del gobierno, calificó la captura de los agentes como un crimen de lesa humanidad.

Pero según Avila, el plagio de los dos agentes o el recrudecimiento del conflicto no llevará por ahora a una ruptura del proceso de paz.

“No va haber un rompimiento de los diálogos de paz. A partir del momento en que el gobierno no quiere una tregua bilateral, sabe que tiene que asumir el costo”, aseguró el experto.

Además, Avila aseveró que no hay “una ofensiva brutal, sino el regreso a los estándares normales de la guerrilla”.

En cambio, el expresidente César Gaviria advirtió sobre los riesgos de un fracaso del proceso de paz.

Las FARC podría “cometer actos tan alocados y tan dañinos que sencillamente hundan el proceso”, alertó el exmandatario.

En tanto, Enrique Santos, hermano del presidente y facilitador de la primera fase de acercamientos con las FARC, estimó que el ritmo de las conversaciones “tiene que fluir más, debe moverse” porque “al país se le puede agotar la paciencia y al gobierno también”.

Las FARC, con 48 años de lucha armada, cuentan actualmente con unos 8.000 combatientes.

La agenda de conversaciones en La Habana incluye el desarrollo rural, las drogas ilícitas, el abandono de las armas, la participación política y la reparación a las víctimas.

Este es el cuarto intento de paz que lleva a cabo las FARC desde los años 80.

AFP