Los “Patriot” de la OTAN protegen ya Turquía de posibles ataques de Siria

(foto AP)

Ocho vehículos lanzadera de misiles “Patriot” se alinean en las colinas alrededor de Kahramanmaras, una ciudad de 400.000 habitantes en el sur de Turquía, y una de las ubicaciones del escudo de la OTAN para proteger el país de posibles ataques desde Siria.

El sistema, operativo desde el lunes pasado, sólo tiene carácter defensivo y ha sido programado para, incluso en caso de activarse, no penetrar en suelo sirio, explica a Efe el teniente coronel Frank Schulz, de la unidad alemana responsable de este emplazamiento.

“Si llega a dispararse un misil para interceptar un cohete enemigo, la colisión siempre tendría lugar en el espacio aéreo turco”, insiste el militar alemán durante una visita guiada.





El dispositivo defensivo tampoco conlleva peligro para los habitantes, ya que un misil destruido no deja rastro.

“La energía desarrollada en una colisión de dos misiles es tan alta que destruye completamente el cohete; nada llegaría al suelo”, aclara Oliver Lukas, otro de los militares enviados por Alemania, que junto a Holanda y Estados Unidos ha aportado sus “Patriot” para proteger a Turquía.

Lukas, también teniente coronel, relata que incluso si un hipotético misil tuviera una carga de gas, la explosión lo destruiría totalmente.

“No sabemos a ciencia cierta si Siria dispone de gas tóxico; nuestros servicios de información aseguran que esa posibilidad existe, así que es mejor estar preparado para toda eventualidad, aunque, personalmente, no veo qué ventaja estratégica le daría la posesión de gas al Gobierno de Damasco”, manifestó Schulz.

Por si acaso, una unidad de combate NBQ, es decir contra armas atómicas, biológicas y químicas, forma parte del módulo, si bien nadie cree que Siria tenga capacidad nuclear.

La unidad alemana tiene como misión proteger la ciudad de Kahramanmaras, situada a 100 kilómetros de la frontera siria, mientras que los holandeses protegen Adana, más al oeste, y Estados Unidos instalará en los próximos días sus baterías en Gaziantep, la sexta mayor ciudad turca, que apenas dista 50 kilómetros de Siria.

En total, las seis baterías, dos por país, protegen a 3,5 millones de habitantes en la parte oeste de la frontera turco-siria.

Los emplazamientos han sido elegidos entre los tres países y Turquía, aunque no ha habido explicación de por qué se deja sin cubrir la mitad oriental de la línea fronteriza.

“La decisión se ha tomado tras evaluarse todos los datos estratégicos, militares y políticos, pero hay que recordar que las demás zonas no están indefensas, ya que Turquía dispone de sistemas de defensa propios”, argumentan oficiales turcos durante la visita.

Los “Patriot” están por ahora en “modo de seguridad”, afirma Lukas, lo que significa que no están activados, aunque sí plenamente operativos.

“Además, los hemos programado para que únicamente reaccionen frente a misiles, pero no ante a aviones, de manera que el tráfico aéreo civil está completamente fuera de peligro”, detalla.

Asimismo, el radar se ha ajustado para cubrir únicamente territorio turco, no sirio, si bien todo lo que ocurre en la región es observado de forma continua por varios radares, entre ellos uno de Ankara y el de Malatya, también instalado por la OTAN.

Los datos confluyen en la base de Ramstein, en Alemania, y desde allí se transmiten a la unidad de Kahramanmaras, explica el teniente coronel.

La población local ha acogido a los militares alemanes con curiosidad, pero sin hostilidad, añade el militar.

Sin embargo, el uniformado reconoce que hace una semana cinco soldados alemanes fueron agredidos en Alejandreta, durante un paseo privado, aunque matiza que se trató de una acción organizada, no de una reacción espontánea de la población.

Las lanzaderas “Patriot” no se han camuflado y son fáciles de ver desde la periferia de la ciudad, algo intencionado, según Lukas.

“Queremos que se sepa que estamos aquí y que estamos participando en la protección de nuestro aliado, Turquía”, subraya el teniente coronel. EFE