Lapatilla
Texto: diarioveloz.com
Investigadores estadounidenses revelaron el enigma de cómo los búhos pueden girar casi completamente la cabeza, hasta 270 grados, sin dañar los delicados vasos sanguíneos y sin obstaculizar el suministro de sangre a su cerebro.
Según estudios realizados por especialistas de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, los vasos sanguíneos en la base de la cabeza de los búhos tienen la capacidad de ampliarse convirtiéndose en una especie de embalses.
Estos embalses permitirían entonces a los búhos acumular sangre para obtener la energía suficiente para irrigar su cerebro y sus ojos mientras giran la cabeza.