Benedicto XVI invita a “invertir” en vida y familia como respuesta a la crisis

Benedicto XVI invita a “invertir” en vida y familia como respuesta a la crisis

AP Foto/Gregorio Borgia

El Papa Benedicto XVI invitó hoy a los fieles católicos a “invertir” en vida y familia como respuesta “eficaz” a la actual crisis y expresó su deseo de que Europa sea siempre un lugar en el que se defienda la “dignidad” de todo ser humano.

El pontífice lanzó este mensaje con ocasión del rezo del Ángelus dominical desde su apartamento en la Plaza de San Pedro del Vaticano, coincidiendo con la celebración en Italia, como primer domingo de febrero, de la “Jornada de la Vida”.

“Me uno a los obispos italianos, que en su mensaje invitan a invertir en la vida y la familia también como respuesta eficaz a la crisis actual”, dijo Benedicto XVI en una soleada y fría mañana en la Ciudad del Vaticano.





“Saludo al Movimiento para la Vida y deseo éxito a la iniciativa llamada ‘Uno de nosotros’, para que Europa sea siempre un lugar en el que todo ser humano sea defendido en su dignidad”, añadió el pontífice, quien animó a los profesores universitarios de Roma a instruir a los “operadores sanitarios en la cultura de la vida”.

Ya en castellano, el papa saludó “con afecto” a los peregrinos de lengua española presentes en el Vaticano, en particular los alumnos y profesores del Instituto Suárez de Figueroa, de Zafra, y del Ildefonso Serrano, de Segura de León, ambos en Extremadura (España), así como a los docentes de los colegios diocesanos de Valencia.

“En la liturgia de hoy se lee el llamado ‘himno a la caridad’ del apóstol san Pablo, en el que explica el ‘camino’ de la perfección, que no consiste en tener cualidades particulares, sino en vivir el amor auténtico, el que Dios nos reveló en Jesucristo”, comentó Benedicto XVI en castellano.

“Que santa María, la Virgen, nos ayude cada vez más para que la caridad sea el distintivo del obrar cristiano y que sea este el fruto de lo que creemos como discípulos de su Hijo”, agregó.

El papa indicó asimismo que el verdadero profeta católico “no obedece a nadie más que a Dios y se pone al servicio de la verdad, dispuesto a pagar con su propia persona” y que creer en Dios significa “renunciar a los propios prejuicios”. EFE