La reciente medida de devaluar el bolívar tomada por el gobierno nacional, que establece un nuevo tipo de cambio a 6,30 Bs, llega en medio de lo que se conoce como un “secreto a voces” para los entendidos en la materia, pero también dentro de fuertes contradicciones por parte de voceros oficiales. Y es que miembros del Directorio del Banco Central de Venezuela hasta hace nada desmentían dicha medida. Y digo contradicción, porque un gobierno que se llena la boca afirmando que cuenta con una economía creciente y prospera no le hace falta devaluar, para traer como consecuencia la pérdida del poder adquisitivo de los que menos ganan, aunado a la escasez y desabastecimiento que pudiera recrudecer.
Ahora bien, la crisis parece no estar resuelta. La falta de oferta de moneda extranjera, en un país que lo que produce es eso –Dólares- no se le ve solución. Eliminan SITME que estaba satisfaciendo un veinte por ciento de las importaciones y no aclaran a donde va a migrar ese mercado. Si no amplían la lista de rubros de CADIVI, ese mercado terminará forzosamente en el innombrable mercado paralelo, y serán caldo de cultivo para especuladores y afines. Esta medida incompleta y chucuta no es más que un paño de agua caliente, que parece estar plagada de improvisaciones y temores por parte que quienes tienen la responsabilidad de tomar las decisiones económicas del país.
Además, quienes tienen su respaldo en moneda extranjera no corren mayores riesgos. Duro se las van a ver los más pobres, la inmensa mayoría de venezolanos que devenga un salario en bolívares que no va a variar, y que cuando vaya al mercado, a comprar línea blanca o marrón, verán un incremento de más a menos el cincuenta por ciento en el valor de los productos. Es una medida fiscalista que le mete la mano en el bolsillo a los que menos tienen, paradójicamente, a quienes dicen representar y a quienes supuestamente se deben al tomar esas decisiones.
La otra gran verdad es que lo que viene para el país es mas endeudamiento, devalúan porque les hace falta liquidez para seguir financiando este proyecto clientelar que vaya que cuesta caro. El despilfarro del 2012 alcanzó cifras alarmantes, y ahora pretenden inyectarse liquidez a borbotones para tener como financiar otra presunta campaña electoral presidencial y las ya fijadas elecciones municipales a mediados de año. Esa es la verdad que tanto le esconden al pueblo, pero que tarde o temprano sale a relucir. Porque los paquetazos que le achacaban al candidato de la alternativa democrática, son precisamente los que ellos terminan anunciando, un paquetazo cubano que desencadena como el resultado de una política económica fracasada y minada por la corrupción y la negligencia.
@CarlosBehrendsV