¿Puede renunciar un Papa?

¿Puede renunciar un Papa?

El Vaticano ya ha confirmado la noticia: «El Papa Benedicto XVI renuncia a su cargo». Pero, ¿Cabe «la renuncia» en una institución como la Iglesia Católica? La respuesta es sí, aunque el último precedente tiene cinco siglos de antigüedad. abc.es

El Papa Gregorio XII, representante de la Iglesia desde 1406 hasta 1415, tuvo que abandonar su posición para poner fin al llamado «Cisma de Occidente», que dividió a la jerarquía católica en dos ramas: Clemente VII en Avigñón y Urbano VI en Roma, se excomulgaron mutuamente y el Cisma quedó abierto durante varias generaciones, hasta la renuncia de Gregorio XII.

(foto EFE)

En principio, el Derecho canónico no establece ninguna oposición siempre y cuando el Pontífice exprese su renuncia de «forma pública y libre».





Así lo ha expresado Benedicto XVI durante la canonización de lo mártires de Otranto: «Siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005», ha expresado el Pontífice achacando la decisión a su «avanzada edad» y a su «falta de fuerza».

Además, subraya el Canon 332,2 que «los dos modos previstos en la legislación para el cambio en la cabeza de la Iglesia son el fallecimiento o su renuncia y que este segundo supuesto tiene una peculiaridad: «no se requiere que sea aceptada por nadie, dado que no tiene superior en la tierra».

Los otros casos de renuncia al pontificado han sido los de Benedicto IX, elegido en el 1032 y Celestino V, que se retiró en 1294 al declararse carente de experiencia en el manejo de los asuntos de la Iglesia.

Celestino V abandonó solo 5 meses después de su designación. Fue este Papa quien para cubrirse las espaldas, emitió un Decreto que declaraba que estaba «permitida la renuncia de un Papa». Es este documento el que confirma la figura de la renuncia, negando toda duda al respecto.

El Papa Benedicto XVI será por lo tanto el cuarto Pontífice en renunciar al ministerio papal en la historia de la Iglesia católica.

Todo lo que debe hacer a partir de ahora Benedicto XVI es escribir una «carta de renuncia oficial» al Colegio Cardenalicio, órgano electoral y supremo de la Iglesia Católica.

Benedicto XVI ya explicó en 2010 que un Papa puede dimitir «en un momento de serenidad, no en el momento del peligro». En el mismo documento, ya señalaba que notaba cómo sus fuerzas iban disminuyendo y temía que el trabajo que conllevaba su misión «sea excesivo para un hombre de 83 años».

El 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante. A partir de este momento la cuestión será irreversible: «Una vez hecha la renuncia y manifestada, en el modo que sea, a la Iglesia por el Romano Pontífice queda vacante (la sede pontificia) y no puede volverse atrás», recoge el Canon.