El agua del Guarapiche está apta para el consumo humano

El agua del Guarapiche está apta para el consumo humano

Foto: Archivo

Las aguas del río Guarapiche, en el estado Monagas, son tratadas debidamente en la planta del Bajo Guarapiche y por lo tanto están en perfectas condiciones para ser consumida por cada familia monaguense, sostuvo este viernes el ministro para el Ambiente, Cristóbal Francisco Ortiz.

Durante una inspección a obras de la reubicación de la aducción Caracas-Litoral Central, a la altura del antiguo Peaje, en la parroquia Catia, en Caracas, respondió a especulaciones que él mismo calificó como irresponsables, “que hacen medios de comunicación privados, como Globovisión, y voceros que se hacen pasar por técnicos y científicos que dicen que el agua del río Guarapiche está contaminada”.

El 4 de febrero de 2012 se registró un accidente que ocasionó una ruptura en una de las tuberías que transportan crudo en el Complejo Operacional Jusepín, en Maturín, capital de Monagas, lo que produjo el movimiento del petróleo derramado sobre el referido caudal.





No obstante, se constituyó un equipo multidisciplinario -integrado por representantes de la corporación petrolera, el Ministerio para el Ambiente, cuerpos de bomberos, el equipo de salud de la estatal petrolera, la Policía de Monagas y la Guardia Nacional Bolivariana- para poner en marcha un plan de contingencia y recoger buen porcentaje del crudo que se encontraba dispuesto sobre el cuerpo de agua que alimenta la planta de potabilización Bajo Guarapiche, que surte a 30% de la capital oriental.

El ministro también informó que la gobernadora de Monagas, Yelitza Santaella, desarrolla un proceso de revisión en la empresa Agua de Monagas para mejorar su infraestructura, invertir en ella y darle mayor calidad de servicio a la entidad.

En enero pasado, Santaella anunció que Agua de Monagas sería administrada por el Gobierno Nacional, a través del Ministerio para el Ambiente. La empresa había iniciado un proceso de liquidación durante la gestión del ex gobernador José Gregorio Briceño.

AVN