Familia de Vittorio Missoni no cierra caso

La familia del heredero de la casa de moda italiana Vittorio Missoni, desaparecido el 4 de enero junto a otras cinco personas cuando viajaba en avioneta sobre archipiélago venezolano de Los Roques, afirma que el caso no está cerrado tras encontrarse dos mochilas abiertas.

En una nota conjunta la familias de Vittorio Missoni y de los otros tres pasajeros que viajaban en la avioneta añaden que las mochilas que se ha encontrado hace unos días en la isla de Bonaire, en las antillas holandesas, estaban vacías, con las cremalleras abiertas y en buenas condiciones

Por ello, aseguran, “el caso no está cerrado”.





Sin embargo, las autoridades venezolanas informaron el pasado 5 de febrero de que la Fiscalía pidió a Curazao una maleta encontrada en las costas de esa isla caribeña.

La prensa italiana ha publicado el hallazgo de dos mochilas en la isla de Bonaire y que una de ellas, según la tarjeta que colgaba, pertenecía a Maurizia Castiglioni, la mujer de Missoni.

Los medios añadieron que la mochila está en buenas condiciones, lo que podría resultar extraño dado que la avioneta desapareció hace cinco semanas, y que está abierta y vacía.

El diario “Corriere della Sera” ha publicado que se había encontrado una mochila con material para la práctica del “kitesurf” (tabla con cometa) que pertenecía al italiano Giorgio Neri, quien pidió a Missoni y a sus amigos que le llevasen el equipaje ya que no cabía en la avioneta en la que él iba a viajar también con destino a Caracas.

El pasado 4 de enero la avioneta en la que viajaban Missoni con su compañera Maurizia Castiglioni y los también italianos Guido Foresti y Elda Scalvenzi, pilotada por los venezolanos Hernán Merchán y José Ferrer, desapareció de los radares poco después de despegar del archipiélago venezolano de Los Roques.

La única certeza que existe sobre lo sucedido, según los familiares de Missoni, son “las coordenadas geográficas que marcan el punto en el que el avión desapareció del radar” cuando a una distancia de 13,2 millas náuticas de Gran Roque comenzó a perder rápidamente cota y velocidad, virando progresivamente a la derecha hasta desaparecer.