Alberto Franceschi: El tufillo de las presas indefensas

La prueba más fehaciente sobre que el chavismo enfermó la psiquis colectiva de este país, es encontrarte con gente, incluso inteligentes, que te sostienen, con absoluta convicción, que Chávez está sanito y que se presentará cualquier día de estos en plenitud de energías: “habiendo milagrosamente vencido la muerte, para gobernar 20 años más”. “Ese no tiene ná”, “mire esta foto, fechada en La Habana en enero”, y te muestran al tipo caminando sonriente con una hija del brazo.

Esos son los de un extremo, los del otro te sostienen, con una fe de caballeros templarios, que el presidente es cadáver en manos de Fidel y Raúl, desde hace dos meses y está embalsamado y que además nadie lo ha visto.

Ni yo, que soy fanático de las películas de ciencia ficción, me animo a creerle a los extremistas por la elemental razón que se derrumban sus argumentos apenas avanzas en cualquier análisis, con un mínimo de razones que armen un escenario que parezca por lo menos similar al que se observa con sus cientos de variables en juego.





Pero si me pusieran a escoger entre una u otra versión preferiría la que sostiene que los Castro enviaron a Venezuela un cadáver.

Mientras este teatro del absurdo nacional se retroalimenta de forma ya surrealista, con toda clase de rumores, cabe preguntarse: ¿Por cuál razón ocultarían su muerte para que les convenga más cuando ya estimen preparado antes el ambiente para la tragedia política, sabiendo lo que esto representa para la legión de mafiosos de alta monta, vividores, estafadores políticos, prevaricadores de toda laya , áulicos y sobre todo para la gran secta animista, que inauguran con sincretismo herético cristiano incluido, con Chávez como santo postmoderno?

Se supone que si Maduro y el cuarteto, que incluye a Diosdado, Jaua y Ramírez, han manejado el país sin el gran timonel y quieren dejar establecido que la torta de la revolución sigue, con ellos como líderes, habría que preguntarles: ¿cuánto tiempo necesitan entonces para generar esa percepción de fortaleza ulterior al deceso, si al propio tiempo dicen, contradiciéndose, que consultan todo con el comandante y que este en sesiones de señas de hasta cinco horas, con apretones de mano, les va indicando la estrategia y tácticas para mantener el rumbo de la nave bolivariana?

La solución a toda esta enredina amigos en muy sencilla: Los extremistas no tiene n razón. El presidente si esta aquí y en el hospital militar, solo que está impresentable y NO HABLA y con actos reflejos semiinconscientes aprieta la mano a quien medio reconozca.

No es cierto que discutan NADA con él, pero deben decir esto, para ir dejando establecido que ellos gobiernan en su nombre y con su acuerdo.
Y la interrogante mayor que cabe sobre todo esto es: ¿ Y PORQUE SENCILLAMENTE NO DICEN TODA ESTA VERDAD ?

Por miedo compatriotas, por miedo, porque este es un gobiernito que quiere ganar tiempo para buscar por todos los medios ser aceptados como una sucesión normal. Porque de alguna forma perciben lo que es absolutamente gigantesco como fenómeno de percepción: El caudillo no es sustituible, no es continuable, no es representable, no es imitable y estos pobres seres con ínfulas de discípulos, lanzan alaridos, gesticulan grandilocuentes, señalan desde la tribuna hacia interlocutores y formulan pregunticas de ridículas obvias respuestas, como hacía “el mentado”, refranean, frasean, divagan y terminarán cantando rancheras y corridos como el pre difunto, si es que ya no lo hacen en actos rojos privados.

La sensación de pequeñez ante la tarea heredada, genera inconsciencia de cada cual con sus capacidades disimiles donde las menores parecen ser las del escogido. Echan en falta al caudillo responsable directo de las grandes calamidades acumuladas, sobre todo porque aquel lograba disimularlas y estos liliputienses no hayan como subirse a un pedestal de elemental credibilidad para poder simular capacidad de conducción en medio de la tempestad que apenas comienza,

No hay caso, no entienden donde están parados, y van exactamente por la vía contraria a la que necesitarían, si fuesen apenas consientes de sus gravísimas limitaciones.

Quieren ir a confrontaciones y solo transmiten puerilidad de lenguaje, quieren fanfarronear con movilizaciones y tendrán que comenzar a escoger en que gastan los reales, si en autobuses o en pollos y granos para evitar el hambre que los devoraría en semanas.

El gobiernito mostrará cada vez con mayor rusticidad las costuras mal hechas de sus funciones “sobrevenidas” por la ausencia definitiva del jefe, la debilidad se hará patética, ya es patética, y el miedo lo perciben los depredadores a gran distancia y si están cerquita son pan comido más rápido de lo que imaginan. Su único fuerte era la continuidad constitucional, ya aceptada por esta oposición de eunucos políticos, maniáticos de la fraseología jurídica alcahueta… y es lo primero que se llevan por delante…!! TORPES ¡¡ no perciben que no son estos sus sepultureros, sino los que cuentan fusiles, quienes les saltarán a la yugular y de lo que se enterarán solo minutos antes. El tufillo de las presas indefensas atrae a los depredadores y en esto del tufo de los que pierden el poder despierta el apetito de demasiados y de todos los tamaños.