Obama intentará convencer a Israel de no construir arma nuclear iraní

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Tres objetivos dominarán la próxima visita de Barack Obama a Israel, la primera que efectuará a ese país como presidente: Convencer a Israel y sus autoridades que habla en serio cuando afirma que hay que impedir la construcción de un arma nuclear iraní; superar las dificultades en la relación con el primer ministro Benjamin Netanyahu y, a cambio de lo anterior, atraer de nuevo a los israelíes a las negociaciones con los palestinos.

Algunos de los astros de la diplomacia y la realidad en el Medio Oriente se están alineando para que la visita llegue a buen puerto. Otros no.

Cualquiera sea el resultado de este viaje, que incluye escalas en Cisjordania y Jordania, constituirá un paso importante y más profundo del presidente en un problema que ha importunado durante décadas a los gobernantes estadounidenses.





Por lo tanto, la gestión de las expectativas será esencial en las dos semanas que restan para el inicio de esta misión de Obama.

Los problemas palestino e iraní dominaron el jueves las declaraciones de Obama en una reunión en la Casa Blanca con representantes de las principales organizaciones judías. El presidente afirmó que sería prematuro llevar un gran plan de paz, de acuerdo con una persona que asistió a la reunión y que solicitó el anonimato para difundir detalles de las declaraciones privadas de Obama.

La fuente afirmó que Obama tenía la intención de decir a los israelíes que no basta desear la paz, aunque les preguntará qué medidas difíciles estarían dispuestos a tomar.

Sobre Irán y los intentos para que el país abandone sus programa nuclear, Obama afirmó que debe darse a Teherán suficiente margen para que acepte una solución diplomática que no dañe su imagen. Obama dijo que no hará “declaraciones belicosas” durante la visita a Israel sólo para convencer a la gente de su firmeza, según la fuente que asistió a la reunión.

Obama cedió la palabra sobre el tema a principios de semana al vicepresidente Joe Biden, que pronunció un discurso en Washington ante la Comisión Estadounidense-Israelí de Asuntos Públicos (AIPAC), la organización de cabildeo a favor de Israel más poderosa en Estados Unidos.

“El presidente de Estados Unidos no puede fanfarronear ni fanfarronea”, dijo Biden al grupo cuando se refirió al compromiso de Estados Unidos de impedir que Irán logre construir la bomba atómica. “El presidente Barack Obama no está fanfarroneando”, agregó.

Israel considera una amenaza a su existencia que Irán posea armas nucleares y Netanyahu ha dejado entrever la posibilidad de un ataque militar preventivo contra la república islámica para detener el programa nuclear de ésta.

Teherán tiene suficiente uranio enriquecido a una pureza de 20% y si el país lo decidiera podría avanzar rápidamente hacia niveles necesarios para la fabricación de una bomba.

Obama afirma que no permitirá que esto suceda al declarar que un ataque militar estadonidense podría ser posible en caso de un fracaso de las negociaciones con Irán. Sin embargo, Netanyahu necesita que se le tranquilice sobre el tema, como quedó mostrado con sus palabras ante la misma conferencia de la AIPAC ante la que se dirigió Biden.

“Desde el fondo de mi corazón y la claridad de mi mente, las palabras solas no detendrán a Irán”, dijo el gobernante israelí para remachar su afirmación de que las negociaciones con Teherán y las sanciones internacionales que le perjudican podrían no impedir que ese país se convierta en una potencia nuclear.

Los iraníes afirman que sólo intentan refinar suficiente uranio para utilizarlo como combustible en la generación de electricidad y utilizarlo en la investigación médica.