Guerra en Irak sigue aumentando lista de desaparecidos

Guerra en Irak sigue aumentando lista de desaparecidos

Foto EFE

Qawthar Shihab Ahmed espera fervientemente que su hermano, que asegura fue secuestrado en 2007 en Bagdad por hombres con uniformes de la policía, esté detenido en una prisión secreta – probablemente la única esperanza de que todavía viva. AFP

Su hermano Arkan es uno de los miles de iraquíes que han desaparecido en los últimos diez años de conflicto. Algunos fueron detenidos ante la vista de sus familiares, otros se esfumaron en circunstancias desconocidas.

“Esperamos, oh Dios, si es la voluntad de Dios… que esté en las prisiones secretas”, dijo Qawthar, en alusión a instalaciones de detención secretas del gobierno denunciadas por grupos defensores de los derechos humanos, aunque las autoridades han negado su existencia.





Arkan está desaparecido desde el 26 de agosto de 2007, cuando vehículos que transportaban hombres con uniformes de la policía federal llegaron a la zona Saba Abkar, en el norte de Bagdad, donde vive la familia, explicaron Qawthar y su hermano Ahmed.

El hermano relató que los hombres efectuaron disparos al aire, detuvieron personas en varios cafés y tiendas y golpearon a su padre Shihab. Arkan trató de defenderlo, pero ambos fueron detenidos.

Shihab fue liberado poco después, pero Arkan, padre de dos niñas, no ha regresado.

La familia lo buscó en la morgue y en el Ministerio del Interior, y visitó con frecuencia las oficinas de la secretaria de Derechos Humanos.

“Hasta hoy, no hay noticias”, dijo afligida Qawthar.

No está claro si los hombres involucrados eran de la policía, o militantes vestidos con uniformes policiales, una táctica común en esa época.

La policía federal ya fue acusada en el pasado de llevar a cabo ataques sectarios.

Los secuestros se convirtieron cada vez más frecuentes en los años de violencia tras la invasión liderada por Estados Unidos que acabó con el régimen de Sadam Husein en 2003. Especialmente tras el ataque al santuario chiita en Samarra en 2006, que detonó una cruenta guerra sectaria.

Al tiempo que la violencia está más o menos bajo control, muchos iraquíes todavía buscan familiares desaparecidos, con la esperanza de que estén con vida.

Hay unos 16.000 desaparecidos en Irak, de acuerdo a Arkan Thamer Saleh, el director del departamento de Asuntos Humanitarios del ministerio de Derechos Humanos, que asiste en su búsqueda.

Pero la cifra real puede ser todavía mayor, ya que no todos los casos de desapariciones fueron reportados.

“Creemos que muchos de estos desaparecidos están muertos”, dado el tiempo que ha transcurrido, dijo Saleh, agregando que los peores años fueron 2007 y 2008.

Sabiha Obeid Hamza y su hermana Suad eran parte de una multitud de iraquíes -hombres, mujeres y niños- que llegó al departamento en busca de ayuda.

El esposo de Sabiha, Kerayim Ahmed Abed Aoun, salió en su auto a pagar una deuda en la ciudad de Mahmudiya el 13 de julio de 2006, pero nunca regresó, explicó ella.

Su desaparición la dejó con siete hijos y ninguna pista sobre su suerte, luchando para poder alimentar a su familia.

“Solo Dios sabe qué le ocurrió”, dijo. “No lo he encontrado, vivo o muerto”.

La búsqueda en la morgue, en fosas comunes y con el ministerio de Derechos Humanos fue infructuosa.

Kerayim no es el único familiar que está desaparecido, su hermano Alí fue secuestrado el 22 de febrero de 2005, cuando cumplía un mes de casado, relató Suad.

Alí salió y nunca regresó. Todos los esfuerzos por hallarlo también fueron en vano.

“Todavía está en nuestros corazones, no podemos olvidarlo”, dijo Suad. “Esperamos… que Dios nos lo regrese”.