Reactivación parcial de la refrigeración de piscinas en Fukushima tras apagón

Reactivación parcial de la refrigeración de piscinas en Fukushima tras apagón

FOTO JIJI PRESS / AFP

El operador de la central nuclear japonesa Fukushima Daiichi ha restaurado parcialmente el martes por la tarde (hora local) los sistemas de refrigeración de las piscinas de almacenamiento del combustible usado, cortados desde la noche del lunes por una avería eléctrica.

La electricidad fue cortada el lunes a las 18H57 locales (09H57 GMT), por un motivo desconocido, explicó un portavoz de Tokyo Electric Power (Tepco) a la AFP.

“La corriente eléctrica utilizada para refrigerar las piscinas (del combustible usado) de los reactores 1, 3 y 4 fue cortada”, precisó el portavoz, Kenichi Tanabe.

La reactivación parcial de la electricidad permitió reiniciar el sistema de refrigeración de la piscina del reactor 1 a 14H20 (05H20 GMT), indicó poco después Tepco en un comunicado.

La compañía eléctrica añadió que los sistemas de refrigeración de las piscinas de los reactores 3 y 4 volverán a funcionar normalmente alrededor de las 20H00 (11H00 GMT).

El último sistema de refrigeración averiado, el de la piscina de almacenamiento “central”, funcionará nuevamente el miércoles a las 08H00 (martes 23H00 GMT), afirmó Tepco.

“Nuestros instrumentos de medición en las inmediaciones no detectaron ningún cambio importante de los niveles de radiactividad”, subrayó, y descartó la posibilidad de una nueva crisis.

Hasta el momento, el incidente no afectó a la inyección de agua en los reactores 1 y 3 de la central, cuyo combustible se fundió después del accidente de 2011, precisó.

El Gobierno se mostró tranquilizador. Tepco “utiliza todos los medios alternativos para refrigerar (las piscinas), no hay razón para que nos inquietemos”, declaró su portavoz, Yoshihide Suga.

Por su parte, el responsable ejecutivo de las instalaciones nucleares en Tepco, Masayuki Ono, precisó que la temperatura de la piscina de almacenamiento del reactor 4 se estimaba en 30,5 grados Celsius a las 10H00 localee (01H00 GMT).

Esta piscina es la que inspira más inquietud porque es la que está más llena, con 1.330 barras de combustible usado y 200 barras de combustible sin utilizar.

Según Tepco, la temperatura sube de 0,3 a 0,4 grados por hora desde el corte del sistema de refrigeración, lo que deja al operador un margen de unos cuatro días para restablecer el fluido eléctrico antes de alcanzar el umbral de seguridad de 65 grados Celsius.

Ono subrayó que la temperatura de las otras dos piscinas es más baja, 17,1 grados la correspondiente al rector 1 y 15,9 grados la del número 3 a las 10H00.

Tepco estima que dispone respectivamente de 14 y 26 días antes de que la temperatura de esas piscinas alcance el umbral de seguridad si para entonces siguiera sin restablecerse la corriente eléctrica.

Ono explicó que el corte eléctrico puede venir de un problema en una unidad de distribución de fluido, aunque sin ninguna certeza.

“Nuestra prioridad es restablecer la corriente para relanzar las operaciones (de refrigeración) y queremos lograrlo lo antes posible (…). Si tardara mucho, siempre podríamos verter agua de refrigeración (a las piscinas) en caso necesario con el fin de evitar que degenere la situación”, aseguró.

Para Akio Koyama, profesor del servicio de seguridad nuclear de la Uniersidad de Kioto, la situación no parece “grave en lo inmediato”.

“Aunque la temperatura del agua suba a 65 grados, esto no sería crítico a partir del momento que las barras permanecen en el agua. Si el nivel del agua bajara hasta el punto de que las barras queden expuestas al aire, habría motivo para inquietarse”, explicó.

El accidente nuclear de Fukushima, el peor del sector desde Chernóbil (Ucrania) en 1986, se produjo después de un potente sismo y el consiguiente tsunami gigante del 11 de marzo de 2011, que provocaron la detención del suministro de electricidad y de los sistemas de refrigeración.

Importantes cantidades de radiación se diseminaron en el medio ambiente alrededor de esta central nuclear situada a 220 km al noreste de Tokio.

La fase crítica del accidente está considerada acabada desde diciembre de 2011, pero los trabajos de protección del emplazamiento no avanzan por los altos niveles de radiactividad. AFP

 

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