Comerciantes mirandinos piden que Mercado Municipal deje de ser un “peladero de chivo”

Comerciantes mirandinos piden que Mercado Municipal deje de ser un “peladero de chivo”

“Lo que veo es un peladero de chivo, no es justo que estemos mendigando que nos construyan un lugar digno donde trabajar. Estamos cansados de las promesas del alcalde de Guaicaipuro, Alirio Mendoza, y de Elías Jaua. Dicen que son socialistas, pero lo que les importa es su bolsillo y la política. Eso sí en época electoral empiezan a ofrecer de todo, pero nunca cumplen”. De esta forma protestó Crisanto Hernández, quien tiene 30 años dedicado al comercio informal, ante la falta de avance del mercado municipal de la calle La Hoyada de la capital mirandina y que fue ofrecido por Jaua cuando era Vicepresidente de la República.

Hernández en representación de un grupo de trabajadores informales exigió al Gobierno nacional y municipal poner cartas en el asunto y agilizar la construcción, “si ellos no están en capacidad de administrar los recursos, nosotros como trabajadores de la economía informal estamos en capacidad de ayudar, tienen que ser serios. Lo que exigimos nos corresponde como venezolanos porque los recursos para estas obras vienen de la explotación de los recursos naturales que Venezuela tiene”, acentuó.





Asimismo, señaló que no se justifica en lo absoluto esta demora, alegando que a estas alturas el gobernador de Miranda Henrique Capriles, con menos recursos que el Gobierno nacional tenga una infraestructura casi terminada en la que tendrán sus puestos 500 trabajadores de la economía informal. “Somos muchos los que aún esperamos tener nuestro puesto, con ciertas comodidades y no seguir resistiendo cualquier tipo de cosas en la calle”.

Por su parte, el diputado al Clebm, Omar Guaramato, exigió en nombre de los comerciantes informales que el Consejo Federal de Gobierno, a través del Fondo de Compensación Interterritorial, apruebe los recursos para la ejecución de la obra, ya que la misma presenta un retraso de 3 años, aun cuando se asignaron 72 millones de bolívares para su ejecución y en el sitio “solo hay tierra y cabillas oxidadas”.

Comunicaciones por el futuro/ Mary Villalobos