Marta Colomina: El problema son los buitres, no el pajarito

Ahora ya sabemos por qué el 7-O se “dañaron” muchas máquinas de votación en lugares donde habitualmente votan sectores de la oposición. Y también por qué el rojito CNE tardaba tanto en enviar sus técnicos a “repararlas” o en llegar los insumos para la votación manual. Daba dolor ver a electores en cola desde muy temprano y, cansados de esperar hasta las 3 o 4 pm, abandonar el centro sin haber votado. A esta maniobra se unió la fatídica estafeta de “ayuda” al elector, embudo que represa las enormes colas de votantes hasta límites insufribles.

Gracias a la pesquisa y valentía del comando opositor, esta semana pudimos constatar lo que sospechábamos desde el 7-O: “PSUV obtuvo la clave que le permite sabotear las máquinas de votación” tituló El Universal. “PSUV vulneró el código de las máquinas de votación” anunció El Nacional. Si bien es cierto que la clave de servicio y arranque de las máquinas de votación no pondría en peligro la integridad de la elección, “el hecho es muy grave porque sí permite el sabotaje” según confirma el rector Vicente Díaz. Son 45 mil máquinas con la misma clave, que no ha sido modificada -según reconoce el CNE- desde el año 2004.

También esta semana el diputado Alfonso Marquina denunció la existencia de una red militar para favorecer a Maduro el 14-A, integrada por funcionarios y equipos de la Milicia y la Guardia del Pueblo con el fin de movilizar (amenazadoramente) a los electores. El documentado Marquina mostró que“ministros y oficiales de alto rango están identificados con códigos y atentos a los movimientos de la oposición, devenidos en brazos políticos del PSUV“. El “dateado” Bocaranda (Runrunes EU 4-5-13), basado también en fuente militares, corrobora la denuncia de Marquina y añade que “su ejecución corresponde a una relación directa entre Maduro y el ministro de la Defensa, general Molero”. Esta delictiva operación fue también aplicada el 7-O, como denunciase quien escribe (EU 14-10-2012 Golpe de Estado a Capriles”). Entre 4 y 5 pm el gobierno daba por perdida la elección y comienza la operación remolque: PSUV y militares armados, provistos de vehículos de la FAN, lista en mano, llegaron a los hogares de quienes no habían ido a votar, y con amenazas de que perderían sus misiones, becas o “futuras” viviendas, llevarlos “remolcados” a los centros. CNE mantuvo abiertos centros sin votantes mientras llegaban los contingentes en vehículos oficiales. VTV clamaba para que se mantuvieran abiertos (recuerden la desesperación de Jorge Rodríguez). Cuando estuvieron seguros de que la votación de Chávez era superior a la de Capriles, el CNE se apresuró a dar el primer boletín, a despecho de que hubiera colas en otras partes del país donde habían fallado las máquinas”.





Carlos Vecchio consignó en el CNE 35 denuncias. El ventajismo es escandaloso: del 8 al 31 de marzo VTV utilizó 46 horas y 43 minutos para Maduro y solo 1 hora y 18 segundos, a Capriles. El primer día de campaña VTV dedicó 7 horas y 7 minutos a Maduro y solo 5 minutos y 37 segundos a Capriles. Maduro se moviliza en aviones oficiales y Pdvsa es su vaca lechera. Sumemos cadenas, Ley Resorte, grupos violentos, trabas oficiales para giras de Capriles, “puntos rojos” en ministerios, o que Corpoelec, en plena crisis eléctrica, utilice personal, y camiones para poner afiches de Maduro, entre otros más.

Tantos abusos no nos disuaden. Los demócratas votaremos ahora con más emoción por el milagro (no del pajarito) de que aquellos dirigentes que antes temían denunciar las trampas por miedo a la abstención, se atrevieron y comprobaron que esa sinceridad era la que estábamos esperando los electores, quienes lejos de abstenernos, el 14-A acudiremos a votar en masa. Confiamos también que el día 14-A, sean denunciadas públicamente, en caso de ocurrir.

Maduro devaluó 2 veces el bolívar, por cuya operación recibe Bs. 164,5 millardos, muchos de los cuales dilapida ya en esta campaña, mientras el salario de los trabajadores es ahora uno de los más bajos de la región. Este primero y último trimestre de su gobierno espurio ha sido el más violento de los últimos años, el de más inflación y con desabastecimiento tan disparado que el BCV le advierte sobre 17 alimentos básicos como la leche, harinas, azúcar, aceites y otros, que registran una escasez promedio del 75%, medicamentos corren igual suerte. Escasez de la que es culpable el socialismo de Maduro que ha acabado con la producción agrícola e industrial, con el sistema eléctrico y con todo.

El próximo domingo acudiremos en masa a votar por Henrique Capriles, el candidato que enrumbará al país por el camino del progreso y de la paz y pondrá fin a este festín de aves rapaces que han devorado a Venezuela. 

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