Colombia enfrentará nuevos desafíos tras eventual acuerdo de paz

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Colombia enfrentará grandes desafíos, como la verdad sobre desapariciones forzadas y el desminado, pero sobre todo deberá evitar que haya nuevas víctimas, en caso de llegar a un acuerdo de paz que termine el conflicto armado, advirtió este miércoles la Cruz Roja Internacional.

AFP

“Las desapariciones son un tema que nos preocupa enormemente. No son un problema del pasado, siguen ocurriendo actualmente”, denunció en una rueda de prensa el español Jordi Raich, jefe de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Colombia.





“Será un tema clave de cualquier acuerdo que se pueda firmar en La Habana, porque habrá que facilitar la identificación de fosas y la exhumación de cuerpos”, refirió Raich al presentar el balance de las actividades del CICR en Colombia en 2012.

En Colombia hay registrados más de 70.000 casos de desapariciones.

El gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las comunistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) llevan adelante desde noviembre de 2012 una mesa de diálogo en Cuba, que gira en torno a cinco puntos: desarrollo rural, participación política, drogas ilícitas, abandono de las armas, y víctimas.

El CICR ha contribuido con esas conversaciones facilitando el traslado de los delegados de la guerrilla hasta La Habana.

Otro punto importante de un eventual post-conflicto será “la limpieza del territorio de minas y municiones no explotadas, que usualmente entra en todos los procesos de paz”, señaló el delegado del CICR.

Colombia, con casi medio siglo de conflicto armado, es el segundo país del mundo con más víctimas de minas antipersonales, después de Afganistán.

“Un proceso de paz plantea un paquete enorme de temas que necesitan apoyo y seguimiento”, resaltó Raich, al ofrecer el apoyo del CICR para atenderlos.

“Se va a presentar también el asunto de la reunificación familiar de los niños” que han participado del conflicto armado y deben reencontrar a sus familias, “así como el de la formación a los desmovilizados”, enumeró.

Además, Raich llamó la atención sobre el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la otra guerrilla izquierdista de Colombia que hasta ahora no está incluida en el proceso de paz.

“Si la finalidad del proceso de paz es terminar el conflicto armado interno, eso implica tanto FARC como ELN”, indicó.

Sin embargo, el delegado el CICR advirtió que aun en un escenario de fin del conflicto armado, “hay un porcentaje importante de violencia que va a continuar afectando a muchos colombianos”, por las actividades criminales de las bandas emergentes que integran exparamilitares de derecha y narcotraficantes.

“Las víctimas de las bandas criminales emergentes no pueden acceder a asistencia de emergencia ni a reparación, porque no están contempladas en la ley”, deploró Raich.

“El CICR sigue documentando casos de víctimas tanto del conflicto armado como de otras situaciones de violencia, y considera equivalentes las consecuencias sufridas y la asistencia requerida por ambas”, subrayó el organismo humanitario.

Desde 2011 existe en Colombia una ley para la reparación a las víctimas del conflicto armado y de restitución de tierras a campesinos desplazados por la violencia.

Sin embargo, las víctimas de las bandas emergentes no benefician de esa legislación porque esos grupos no son considerados como actores del conflicto.

Las FARC, la guerrilla más antigua de América Latina, cuentan con unos 8.000 guerrilleros, mientras que el ELN tendría otros 2.500.